Deseaban que fuera violada y asesinada



Julia Faustyna, la muchacha polaca que aseguraba ser Madeleine McCann, la pupila desaparecida en Portugal en 2007 y cuyo paradero sigue siendo desconocido, ha confesado toda la verdad en unas declaraciones concedidas a la ‘BBC’.

Julia asegura que no quiso “hacer daño a nadie”, incluidos los familiares de Madeleine McCann, pero quería “conocer quién era en realidad” y consideró que podría ser una oportunidad para descubrirlo.

La muchacha polaca creó una cuenta en redes llamamiento @IamMadeleineMcCan en la que aseguraba ser Madeleine. Cuenta que comenzó a tener sospechas de que podía sobrevenir sido adoptada o secuestrada cuando se dio cuenta de que no tenía ningún conmemoración de ciertas etapas de su infancia.

Julia asegura que, tras preguntar a sus padres y no obtener respuestas ni fotos sobre su pasado, quiso indagar ella misma, aunque hacerlo repercutiera en su vitalidad mental. Y así fue.

“Deseaban que me violaran y asesinaran”

Aunque al principio se dudó de si en realidad ella era Madeleine McCann, pronto comenzó a admitir numerosas críticas en redes sociales. Unas críticas que fueron elevando el tono hasta arribar a admitir amenazas de crimen.

“Sabía que había muchedumbre que no me iba a creer y me iba a odiar, pero no esperaba admitir amenazas de crimen. No lo entiendo, sabían que habían abusado de mí y que sufro depresión”, asegura Julia a la ‘BBC’.

“Intentaba ser robusto aunque me dijeran que debería vencer, que debería ser violada y asesinada o que no debería existir en el mundo”. La muchacha cuenta que llegaron incluso a ofrecer 30.000 euros por su persona.

“Me arrepiento, solo quería conocer quién soy”

Julia reconoce que se arrepiente y que no volvería a crearse una cuenta en redes para fijar que era Madeleine, pero asegura que lo hizo solo porque “quería conocer quién era en realidad”: “Quería conocer la verdad. Algunas personas decían que quería ser una sino, pero no es así”.

“Me disculpé con los McCann porque no los conozco personalmente. No sé si estaban tristes, solo quería pedirles perdón. No quería hacer daño a nadie”.

“Llamé a la Policía, pero nadie me tomó en serio”

Julia se llegó a poner en contacto con la Policía de Polonia y del Reino Unido: “Los llamé muchas veces, pero nadie me tomó en serio”. La muchacha llegó a hacerse unas pruebas de ADN que al final terminaron demostrando que no era Madeleine McCann.

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