La Fundación BBVA premia a los ecólogos Ceballos y Dirzo por investigar la Sexta Gran Extinción de las especies



Las especies de vertebrados que se han extinguido en los últimos 100 abriles en existencia deberían haberlo hecho a lo prolongado de 10.000 abriles. Es una de las conclusiones a la que han llegado los ecólogos mexicanos Gerardo Ceballos y Rodolfo Dirzo, especialistas en el estudio de la vertiginoso desaparición de animales y plantas en algunos de los hábitats de maduro biodiversidad de la Tierra. Sus investigaciones les han considerado ser reconocidos con el Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría Ecología y Biología de la Conservación. Es la XVI estampación de estos galardones que otorga la Fundación BBVA.

Gerardo Ceballos, de la Universidad Doméstico Autónoma de México, aclara que “la crecimiento funciona como un proceso de extinciones y de gestación de especies; en tiempos normales hay más especies que se originan de las que desaparecen y la disparidad va incrementándose”. La diferencia en la ahora es la prontitud con la que se están produciendo esas desapariciones. El trabajo de los dos premiados “ha demostrado que las tasas actuales de cese para muchos organismos son mucho más altas que las producidas a lo prolongado de los dos millones de abriles precedentes”, según el arbitraje del comité.

Terminación provocada por el ser humano

El propio Ceballos concluyó, en una investigación publicada en 2015 en “Science Advances”, que las tasas de cese de vertebrados hoy en día son entre cien y mil veces más altas que las que han prevalecido en los últimos millones de abriles. Por eso se acento ya de la Sexta Gran Terminación de las especies. La última se produjo en el Cretácico Terciario, hace 65 millones de abriles, es aquella en las que los dinosaurios desaparecieron de la Tierra.

Las extinciones anteriores fueron muy catastróficas y acabaron con más del 70 por ciento de las especies del planeta. Estuvieron causadas por catástrofes naturales, como la caída de un meteorito. La diferencia fundamental con la presente de la que hablan los ecólogos es que, en este caso, está provocada por acciones del hombre. Por eso algunos la describen como la cese del Antropoceno. El meteorito seríamos, ahora, nosotros mismos.

“Defaunación” y pandemias

El igualmente premiado Rodolfo Dirzo, de la Universidad de Stanford, acuñó el término “defaunación” para referirse a la partida descompensada de animales. Sería el equivalente para la fauna del concepto “deforestación” para la flora. Dirzo considera que, por otra parte de preocuparnos la desaparición de las especies, igualmente debe inquietarnos la cese de poblaciones de una especie. De nadie sirve que los elefantes sobrevivan en unas zonas de África si desaparece de otras áreas, porque en esas zonas crecería de forma descompensada la manto vegetal que servía de comida a esos animales y eso provocará alteraciones en la ecología de esa zona. De nadie sirve, añaden, que los jaguares sobrevivan en Brasil, si desaparecen de Centroamérica.

Porque, por otra parte, si de una zona desaparecen los animales grandes, estas especies se convierten en “perdedoras”, y los animales más pequeños, como los roedores, se beneficiarán de esa partida y serán los “ganadores”, explica Dirzo. Pero estos animales más pequeños portan patógenos, como virus y bacterias. Al aumentar estas poblaciones de animales pequeños, crecen las posibilidades de transmitir enfermedades a los seres humanos. “Nos pueden poner en peligro de afrontar una futuro pandemia, dada la proliferación de esas enfermedades y la movilidad presente de ser humano”, añade el ecólogo. De esta forma, hay hechos que puede parecer que carecen de relación entre ellos, pero no es así: una partida masiva de elefantes, por ejemplo, podría suponer un peligro de una nueva pandemia para el hombre.

Impactos en la población humana

Pero decíamos antiguamente que la causa de esta Sexta Gran Terminación es la argumento humana. Esto se concreta, según Dirzo, en los cinco factores “humanos” que contribuyen a la “defaunacion”: el cambio del uso de la tierra para convertirla en pastizales o urbanizarla; la sobreexplotación de los fortuna; la contaminación, que incluye desde productos químicos hasta plásticos en los océanos pasando por un espectro incontable de acciones contaminantes; la presentación de especies no nativas, o invasoras, en ecosistemas a los que no pertenecen; y el cambio climático. Todos estos factores actúan de forma entrelazada “y esto vuelve el problema de atender la cese biológica mucho más confuso”, concluye Rodolfo Dirzo.

Gerardo Ceballos (nacido en Toluca, México, en 1958) y Rodolfo Dirzo (Cuernavaca, México, 1951) se licenciaron en Biología por la Universidad Autónoma de México. Por separado, pero de forma complementaria, han investigado la cese de las especies, la interacción entre plantas y animales y las consecuencias de esa cese. Y han contribuido, según el comité de los Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, a aportar “la saco científica necesaria” para documentar la asimilación de medidas de conservación “fundamentadas en la evidencia” que revela, por ejemplo, los “graves impactos de esa cese sobre la población humana”.

Los Premios BBVA Fronteras del Conocimiento están dotados con 400.000 euros en cada una de sus ocho categorías. Tienen como objetivo el fomento de la investigación científica y la creación cultural en la ciencia, la tecnología, las humanidades y la música. Se otorgan anualmente desde 2008.

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