“Fue un año difícil. Lo que ocurrió en 2007 queda bajo válvula. Las hemos tenido incluso a lo desprendido de los abriles. En 2013 estuvimos en Canadá jugando al micho y al ratón. Tuvimos muchas. Cada vez que nos adelantamos el uno al otro tiene un extra de satisfacción y de dolor cuando eres el avanzado”, zanja Fernando sobre lo ocurrido en McLaren en la temporada 2007.
Otro nombre propio: Michael Schumacher. “Es una rivalidad, un rival, una inspiración incluso”, sigue el piloto de Aston Martin. Se prostitución de “uno de los rivales más duros” que el piloto castellano ha tenido, pero incluso “un referente” que “dominaba la categoría” y “ganaba casi todas las carreras”. Fue su ídolo y incluso su gran oponente en pista: “Fue muy singular disputar con él y triunfar los títulos con él en la pista. Era un tipo duro en todo. Era muy frío, mantenía las distancias e intentaba intimidar”, rememora.
Alonso incluso tiene buenas palabras para Max Verstappen, el piloto que “por último ha reses todo”. Opina que el holandés “muy honesto” a la hora de conducir y destaca su sencillez: “Vamos con la ropa del equipo y una mochila. Eso es lo que más me gusta de Max. Nos gustan las cosas simples y las carreras”. Cuestionado sobre si son amigos, Fernando lo tiene claro: “Amigos pilotos yo diría que con Fisichella sí tengo una relación de amistad. Fuera, me puede caer aceptablemente o espléndido cualquiera pero no me iría de holganza o a esquiar con él”.
Flavio Briatore fue su padre deportivo: “Es una persona fundamental en mi carrera deportiva desde los inicios. Cualquier piloto que corra en Fórmula 3 o Fórmula 1 necesita un padrino. Te abre muchas puertas. No conoces falta de lo que ocurre ahí adentro”. Explica que Briatore es “una persona con mucho carisma, un gran negociador y cualquiera en quien tener fe”. Durante dos décadas trabajaron juntos: “Él ha sido mi padre deportivo. Siempre me ha advertido lo que estaba aceptablemente, lo que se podía mejorar… Es una relación paternal”.
Alonso recuerda con nostalgia su etapa en Ferrari: “La última trofeo con Ferrari, mi última trofeo en la F1. Reminiscencia esta época con mucho cariño. Es un equipo que tiene poco adentro del carácter en sí de la familia, del sentido del humor… Los italianos y los españoles somos parecidos, congenié muy aceptablemente con los mecánicos y con todo el personal”.
En Valencia 2012 protagonizó una “carrera perfecta”: “Valencia 2012 fue la mejor carrera, en la que más cerca estuve de sentirme invencible. Estás en otra dimensión. Las cosas que haces, que van saliendo… no son las normales y te das cuenta de ello. Todo te sale aceptablemente. Tienes un feeling con el coche que otros domingos no tienes. El deporte castellano estaba en auge, ganábamos en todo lo que hacíamos. Es una carrera que me marcó para siempre”.