Los peritos concluyen que el naufragio del ‘Villa de Pitanxo’ fue “un error humano del capitán”



Un error humano del capitán correcto a “la equivocación de percepción íntegro del aventura de hundimiento que suponía la maniobra”. Ésta es la primera de las conclusiones a las que llega el referencia pericial sobre el hundimiento del Pitanxo que se ha conocido este miércoles.

Un error que por otra parte se vio agravado por la “aplazamiento con la que el capitán dio la orden de descuido del buque a la tripulación”. Según se refleja en el referencia, el hecho de que Juan Padín tardase demasiado tiempo en tomar medidas puso fin a cualquier posibilidad de abandonarse el pesquero con probabilidades de éxito.

El refrendo de Samuel, esencia en la investigación

Padín y su sobrino fueron dos de los tres únicos supervivientes del desmoronamiento. El tercero es Samuel Koufi, cuyo refrendo, negando la lectura del capitán, fue esencia para determinar las causas reales de lo ocurrido. Al igual que lo serían las pruebas recabadas en la inspección que se hizo del propio barco que permanece hundido en Terranova (Canadá).

“Las familias teníamos razón, mereció la pena toda la lucha, era necesario desmontar al barco para presentar pruebas en la Audiencia Franquista y mostrar la verdad de lo que ocurrió”, asegura María José Dopazo. Ella es hija del maquinista del Pitanxo, uno de los 12 tripulantes que nunca apareció, y fue una de las principales voces en la pelea para vigilar la verdad.

El abogado que representa a las familias de los 21 fallecidos, Manuel Lampón valora muy positivamente el referencia: “Corrobora lo que siempre hemos mantenido durante toda la instrucción, que es una clara responsabilidad del capitán”. Y todavía de la armadora del barco: “es responsabilidad última de la empresa”“

Entre otras cosas, Lampón hace hincapié a las conclusiones del referencia sobre la parada del motor: “Queda acreditado que el motor no se paró como dice él que paró, hubo motor hasta prácticamente el final del hundimiento del barco”. La lectura del capitán era precisamente que el motor se había parado mucho antaño y de modo repentina, poco que Samuel siempre negó y que ahora los peritos confirman.

Condiciones adversas y equivocación de formación

Otros de los factores a los que hace relato el referencia son la equivocación de familiarización de los tripulantes “con el uso de los dispositivos de socorro (traje de inmersión, chaleco guindola, equipo de supervivencia de la balsa guindola y dispositivos radioeléctricos de socorro), lo que pone de manifiesto la equivocación de formación a costado y la equivocación de realización de ejercicios periódicos de descuido de buque».

Este hecho ya no afecta solo al patrón, como mayor responsable del Villa de Pitanxo, si no todavía a la armadora, Pesquerías Nores, por presunta inseguridad gremial. En cuanto a las condiciones adversas, todavía las tienen en cuenta los peritos, aunque ponen de manifiesto que “no eran de una extrema dureza como para aconsejar haberse puesto a la capa en calma de una mejoría”, pero con todo, “sin duda dificultaron la maniobra para librar el embarre”.

Un referencia cargado de información que será una cámara esencia en el sensatez que tendrá motivo en la Audiencia Franquista y en el que Juan Padín tendrá que enfrentarse a 21 delitos de homicidio por imprudencia.

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