Ese centro de provisión, que con sus productos abastece a 18 millones de personas, es una ruta roja que el Elíseo advirtió a los agricultores que no debían cruzar. Esta tarde, tras horas de cerco, han acabado colarse e irrumpir en las instalaciones del mercado. No han conseguido entrar con los tractores, pero sí a pie, provocando algunos destrozos. Por este motivo, las autoridades ha detenido a cerca de 80 personas. Todos ellos siguen bajo custodia policial.
Negro le Maire, ministro de Pertenencias, defiende que “Francia no puede ni debe ser bloqueada”, aunque entiende “la ira y el sufrimiento de los agricultores“. Pero las palabras del Gobierno no convencen a los agricultores franceses, que mantienen su amenaza de aislar este mercado de alimentos, uno de los más grandes del mundo. “Estamos unidos y no vamos a renunciar los bloqueos hasta que consigamos respuestas a nuestras peticiones”, ha comentado un agricultor.
“Si no podemos lograr a París, iremos a Bruselas“, ha comentado otro. A la prórroga de la cumbre de líderes de mañana, la Comisión Europea ha propuesto derogar temporalmente la exigencia de dejar un porcentaje de tierra cada año en barbecho. Además la exención de aranceles a las importaciones agrícolas de Ucrania y Moldavia. Concesiones al campo en presencia de unas protestas agrícolas que se multiplican en Alemania, Bélgica, Portugal, Italia o Grecia.
Ya van dos semanas de protestas y la tensión no ha hecho más que aumentar, aunque los líderes sindicales mayoritarios han reiterado su mensaje a prolongar la calma y evitar todo tipo de acciones violentas para que sus denuncias sean tenidas en cuenta. Según una sondeo publicada por el canal BFMTV casi el 80% de la población francesa apoya estas demandas del sector agrícola.