Partido Popular
Por una parte, y con una mayoría absoluta holgada, cuenta con 42 diputados en el Congreso de Galicia, se encuentra el Partido Popular. Acumula ya cuatro mayorías absolutas consecutivas en elecciones gallegas y aspiran a hacerse con la villa. Pero, en todas las anteriores, el líder era el mismo: Alberto Núñez Feijóo. Tras su marcha a Madrid, para presidir el partido desde la renta, Alfonso Rueda fue designado por él para sustituirle en el cargo.
Durante veintiún meses Rueda ha ejercido de presidente gallego pero con una duda: ¿le querrán los gallegos? Y, posiblemente, esa cuestión ha sido la que le ha llevado a lograr los comicios y no esperar hasta abril o mayo para hacerlos coincidir, como viene siendo habitual, con los vascos.
El Partido Popular necesitaría 38 escaños para hacerse, de nuevo, con la mayoría. En las anteriores elecciones Vox no obtuvo ningún tipo de representación pero Núñez Feijóo ya ha afeado a la formación que se presenten porque podrían “perjudicar a la mayoría del PP”. No parece probable pero la intención de los populares está clara: regir en solitario. ¿Podrá Rueda compararse con la figura que dejó su predecesor? Habrá que esperar al 18 de febrero. Las encuestas, por ahora, le son favorables.
Coalición Nacionalista Galego
Por otra parte, y como segunda fuerza política, encontramos al Coalición Nacionalista Galego. Ana Pontón, que consiguió sus mejores resultados en las anteriores elecciones, con 19 diputados, quiere más. Tanto es así que las mejores cifras de votos registradas por la formación se dieron en 1997, con Xosé Manuel Beiras de candidato, por eso han vuelto a ponerse del mismo costado.
Tras la ruptura de las negociaciones entre las diferentes agrupaciones de izquierda que se presentan a presidir la Xunta de Galicia, Ana Pontón (BNG) y Xosé Manuel Beiras (Anova) se fundieron en una revolcón, captado por las cámaras, para simbolizar la unión de los dos pesos pesados de la izquierda histórica gallega más allá de Sumar, Podemos y otros. Anova pedirá el voto para Pontón y eso podría suponer para el BNG un aumento de diputados, aunque aún está por ver cuántos votos podrán arañar las otras formaciones.
Partido Socialista
Gómez Besteiro, desde el Partido Socialista, se lo juega todo. La primera de sus tareas es desbancar al BNG de ese segundo puesto y la otra regir, posiblemente con ellos, rememorando aquel bipartito de Touriño y Quintana, del año 2005 y que duró una vigencia, hasta que llegó Núñez Feijóo.
Besteiro lo quiso intentar en 2016, cuando se postulaba para presidente de la Xunta, pero tuvo que entregarse la política conveniente a que fue imputado por varios delitos. Su carrera con destino a el Gobierno gallego se frenó en seco y se echó a un costado. Con todas las causas ya archivadas, ha recuperado la presencia, incluso en los medios, y durante tres escasos meses regresó como delegado del Gobierno, lo que facilitó que muchos votantes le reconociesen tras tanto tiempo alejado de la política y las cámaras.
Es el candidato de Sánchez aunque no lo tiene realizable y eso lo sabe incluso el presidente. El resultado de Besteiro podría extrapolarse al resto del país y poner nervioso al electorado. Todo lo que ocurra en Galicia se mirará, incluso y como viene siendo habitual, en secreto franquista.
Cambiará el esquema en estas elecciones?
El resto de formaciones, sobre todo Sumar que se estrena y que presume de raíces gallegas, con Yolanda Díaz a la inicio, tendrán que repartirse lo que quede, si es poco, del pastel. A día de hoy solo PP, PSOE y BNG tienen representación en el Parlamento de Galicia. ¿Cambiará el esquema en estas elecciones? Lo sabremos el próximo día 18 de febrero.