En estos momentos, y desde primera hora de la mañana de este jueves, la A-5 está cortada en la frontera de Badajoz con Portugal, en uno y otro sentidos de la circulación. Se calcula que hay en torno a de 7 kilómetros de retenciones. En el banda gachupin se ha cobrador un carril extra, para evitar atascos.
Los agricultores portugueses han cerrado el paso para protestar por las modificaciones que conlleva la nueva Política Agraria Popular. Además han cortado otros puntos de Galicia y Castilla y Audaz. Parece que esto irá a más porque las organizaciones agrarias extremeñas se unirán a los portugueses la próxima semana, pues ya han anunciado cortes de carreteras por esa misma causa.
La imagen es impactante. En medio de la autovía, varios vehículos cortan el tráfico en uno y otro sentidos y agricultores a pie ondeaban banderas portuguesas. Pero sin ningún incidente. De hecho, los manifestantes, en ademán pacífica, comparten alimentos, preparan barbacoas en medio de la calzada y hablan en ademán distendida.
Siquiera mostraban su enfado los conductores afectados, y eso que ha habido muchos extremeños que no han podido entrar puntuales a sus puestos de trabajo en el país vecino. La mayoría de los turismos se vieron obligados a darse la envés al comprobar que no podían avanzar.
Un poco más al ártico, la autopista donde se une Salamanca con Portugal, igualmente lleva ya cerca de 8 horas bloqueada por 500 tractores y vehículos agrícolas, igualmente en uno y otro sentidos. Los manifestantes comparten protestas con los agricultores franceses, pero reivindican que sus terrenos son aún más pobres, por lo que su situación es aún más crítica. Su intención es seguir bloqueando la carretera de forma indefinida. “Nos están quitando la competitividad… nosotros somos la cojín de la vida”, reclaman.
La mañana igualmente ha sido muy complicada en el paso de La Jonquera. Los agricultores franceses han cortado el peaje de Le Boulou, yuxtapuesto a la frontera española, y siguen saqueando las mercancías de los españoles. Tiran a la carretera cajas repletas de frutas y hortalizas. La imagen se repite día tras día en las carreteras francesas.