El PP se trasladó hasta la Praza das Mercedes donde reunió a los suyos frente a dos grandes carteles, en uno mostraban a Alfonso Rueda y otro con el slogan “Vota pola Galicia que funciona”. Después, la comienzo de serie por Ourense, Elena Rivo, pidió el voto para su formación para conseguir “cuatro abriles más de progreso para Galicia”. Rivo aseguró que llegaban “con los deberes hechos” y defendió el tesina popular de “la Galicia que crece sin ataduras, con las manos libres y sin barreras ni hipotecas”.
El cambio
Desde el BNG su candidata, Noa Presas, calificó la campaña como “decisiva para la historia de Galicia y para la historia de Ourense”. Presas aseguró que por primera vez en quince abriles las posibilidades están abiertas y existía la posibilidad de “hacer un gran cambio en Galicia liderado por el BNG y con una presidenta nacionalista, Ana Pontón”.
En las filas de PSOE se estrenaba como candidata Carmen Rodríguez Dacosta, quien pedía el voto para una nueva forma de hacer política. Dacosta señaló que Ourense necesitaba un cambio radical, una ciudad a la que calificó de “deprimida” por las políticas impulsadas por Rueda y Feijóo y que dicho cambio “va a ser liderado por José Ramón Gómez Besteiro”.
Rafael Fernández, candidato de Por un Mundo Máis Xusto, defendió el nivelación territorial de una Galicia igualitaria y la resolución de los problemas reales de los gallegos. El resto de formaciones vivieron la incertidumbre con último intensidad. Algunos ni siquiera aparecieron. Otros, como DO, repartían consumición y eso se notaba en el ámbito.