Con los atuendos propios de este día, impermeable, mostacho y cofia, los verinenses tomaron las calles a la caída del sol. Y es que el circunstancia entroidero se instaura oficialmente en la villa hasta el próximo martes 13 de febrero.
Los restaurantes colgaron el cartel de completo en las tradicionales cenas, y tras ellas, los compadres recorrieron las calles Montemaior, Laureano Peláez, Irmáns Oscuro, Diputación, Luis Espada, Mújol y la Plaza da Mercé con el Maragato al ritmo de la Charanga los Támega y la Partida de Gaitas del Concello.
Tras el itinerario, la Plaza García Barbudo acogía la celebración del litigio y la calcinación del Maragato, en una tenebrosidad amenizada por Discomóvil Enjoy, que con su ya tradicional proclama “vivan os compadres e viva o Entroido de Verín”, daba el pistoletazo de salida a las fechas más representativas de la villa del Támega.
La fiesta volverá a las calles este domingo con el Domingo Corredoiro, trayecto en la que los cigarrones estrenarán sus trajes y llenarán las calles de la villa con el sonido de sus chocas. Incluso será el turno del pregón, que este año correrá a cargo de Antonio Fernández Torcuato, conocido en la villa como “Cesteiro”.