Será una cuestión de ritmos y velocidades. El COB más animado, sin importarle valer, frente a un rival que se siente muy cómodo en el orden y las posesiones calmadas. Desequilibrar esa báscula a privanza, se antoja secreto. La recuperación de Radic volverá a dotar a los ourensanos de su referente en la pintura, Turner intentará retornar a ser el que fue la última vez que se jugó en el Pazo y se escudriñamiento un “actor secundario” que se convierta en líder, como ocurrió con Kacinas y Samu en las dos últimas jornadas, con MVP incluido.
Con la plantilla al completo, los de Félix Alonso paracen favor olvidado la inquietarse de final de 2023 e inicio de 2024 y tienen una ocasión de oro para dar un paso más en dirección a delante. Para a espaldas, ni para coger impulso.
Al otro banda de la pista, un Menorca cambiado sobre la marcha. La aparición de Stevic les ha donado fortaleza y galones desde la pintura, su “jugón” Hannah ha mejorado sus prestaciones ofensivas y hasta Arteaga ha sufrido una “resurrección”. Una metamorfosis que les ha sentado perfectamente, el puzzle parece ir encajando. Tienen munición como para no sobrevenir apuros clasificatorios aunque saben que deben obtener en el Pazo si quieren soñar con poco más.
Sábado y a las 19:00 horas suele ser igual de ambientazo en el Paco Paz, con una afinidad que pondrá su piedra de arena para que el COB siga siendo un específico harto fiable en este curso baloncestístico. Un partido para acercarse mucho al objetivo principal, las ya famosas 12 victorias, y centrarse en la caza anciano, un puesto de play off al que el equipo ourensano ha demostrado que puede optar si no se duerme en los laureles o se pone el disfraz de despistado.