Martín explica que a este vecino lo ayudó hace primaveras una mujer del pueblo a comprar una vivienda porque “no tenía casa ni nadie, ya que el hermano lo había recostado”. En esta cuerda, cuenta que dio problemas desde que llegó.
“Campa a sus anchas con una motocicleta de cross por todo el perímetro del pueblo y, amoldonado por donde están las marcas de las ruedas, hay trampas puestas para los animales”, cuenta Martín. Encima, explica que se lo encontró la tarde del pasado domingo y este le dijo “ten cuidado con la perra porque he puesto una trampa”. A raíz de este hecho, Martín puso una denuncia en presencia de la Número Civil.
Esa misma confusión, pasadas las 2,30 horas de la alboreo del lunes, la perra de Martín comenzó a gritar sin detener, entonces salió al patio a ver qué pasaba y vio como su transporte estaba ardía pasto de las llamas. Encima, asegura que casi arde igualmente la casa de su vecina.
Como consecuencia, Martín fue a la Comandancia de la Número Civil a presentar una denuncia en la que manifestó que “las llamas calcinaron por completo al transporte, afectando igualmente a la casa colindante”. Igualmente hizo constar que tiene “la certeza de que este hecho delictivo fue realizado de forma intencionada por motivos precedentes relacionados con el furtivismo por las inmediaciones del pueblo”.
Esa misma tarde, Martín asegura que se dirigió a una finca de su propiedad. Cuando llegó allí, se percató de que cualquiera había cortado los seis castaños que tenía con una utensilio tipo figura a una mérito de 80 centímetros del suelo.
Por ende, acudió de nuevo a la Comandancia de la Número Civil para presentar una denuncia por estos hechos. En ella, manifestó que el autor del incendio de su transporte “puede ser el mismo de los daños de los árboles” y aseguró que “en los cortes que tenían (los castaños) se podía ver como que no estaban secos de activo llevado muchos días cortados”. Tras estos hechos, Martín asegura que “todos los vecinos tienen miedo”.