Deja claro que “el factor humano está detrás de los moitos lumes en Galicia”, aunque no olvida el poder de los fenómenos naturales. Recordemos, por ejemplo, la tormenta seca que desató una ola de incendios como nunca antes vista en la provincia. Los rayos fueron los culpables de incendios como el del Parque Natural de Invernadeiro, que fue el tercero en importancia el año pasado. A esto se sumó una enorme cantidad de combustible en las montañas, que además eran muy secas y provocaron “deudas de inniciones”. Las moitas fueron apagadas en caso de que fueras o fueras interceptado rápidamente. Pero otros se salieron de control y provocaron lo que todos recordamos”. Eso sí, el factor natural “puede aparecer mañana o pueden pasar años sin que suceda”. Sanmiguel destaca que “o el combustible aún no está montado, pero está menos ‘disponible’ para quemar. Hablando claro, es más ecológico. Es cierto que este año las condiciones son mejores, pero eso no significa nada”.
También habla de la desestacionalización de los incendios. “Hay años que tenemos precampañas muy malas y los incendios pasan entre marzo y mayo. Por ejemplo, recuerdo estar un 31 de diciembre intentando apagar una luz. Una luz complicada, no poca cosa. Recuerdo que se desarrolló a oscuras y en una época muy seca”, comenta.
abandono rural
Acerca de Causas que motivan una mayor virulencia de los incendios, Sanmiguel insiste en un argumento ya conocido por todos: la abandono rural. “La única diferencia que hay ahora con 50 años es el abandono de las zonas rurales. Los pueblos siempre estuvieron protegidos por fincas cerradas y eran un punto en el que no nos hacíamos lo suficientemente fuertes para asaltar o disparar. Hoy casi no hay gente en los pueblos y la maleza cerca de las puertas de las casas”, dice.