El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente catalán, Carles Puigdemont, son protagonistas de una figura en la que aparecen representados como la Dama y el Vagabundo del clásico de Disney: comparten un plato de espaguetis en una mesa vestida con la bandera independentista catalana como mantel. Igualmente encontramos otro monumento en el que Sánchez, vestido de samurái, corta la Constitución con una catana en la que puede leerse la palabra “condonación”. Y otro más, en el que Puigdemont participa en el concurso más conocido de las tardes en la televisión, en ‘Pasapalabra’. Con la “P”, le preguntan por la decisión si se rompe España… A lo que el expresidente fugado alega “pegamento”.
Pero no son los únicos políticos que se cuelan en las fallas. Aparece la presidenta madrileña con su polémico insulto, Isabel Díaz Ayuso choca con su “frutamóvil” contra Sánchez. La vicepresidenta Yolanda Díaz se convierte en la reina de corazones y en una sirena en el mar sobre las calaveras de Podemos. Y el corregidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya no sondeo el sexo porque va a protagonizar la boda del año.
El voto popular decidirá los dos ‘ninots’ indultados
Este año, en las fallas todavía hay espacio para la crítica social, con referencias a la violencia machista, al precio desorbitado del acetite de oliva o la pugna en Lazada. Cerca de 800 figuras se exhiben hasta el 15 de marzo en la tradicional Exposición del Ninot, que recoge las escenas que las comisiones falleras han seleccionado para que puedan ser salvadas de las llamas. Solo se salvarán dos, uno ancho y otro de niño. Será el sabido el que decida con su voto si los políticos quedan indultados del fuego.