La cesta de la compra, casi un 19% más cara que hace un año: “Hay que hacer malabares”



Visitamos un mercado y un supermercado a primera hora de la mañana. Preguntamos a los clientes por el precio de los alimentos y la respuesta se repite una y otra vez: “Está todo carísimo“. Es la sensación normal desde hace poco más de un año: “Ha subido todo, hay cosas que ya ni miro es increíble”. Miren donde miren, los precios aseguran están desorbitados.

Pero más allá de la percepción, la Asociación de Usuarios Financieros ha cuidado un estudio en el que analiza el precio de alimentos básicos en las grandes superficies. Un observación en el que concluye que de media gastamos casi 35,81 euros, casi un 19% más que hace un año. Es afirmar, en enero de 2023, el ticket medio rondaba los 30,11 euros.

De hecho, Antonio Gallardo, responsable de estudios de ASUFIN explica que en los alimentos donde más se percibe una subida espectacular es en las patatas, de hasta el 21,35%, las espinacas 13,41%, las manzanas y óleo de oliva virginal, en un 8,59% y 6,75%, respectivamente: “Frutas y verduras por otra parte de la sequía, tienen una gran influencia. Productos en el que se ponen anciano energía en los márgenes por parte de las distribuidoras. En algún momento pueden tener ofertas puntuales, pero cuando las eliminan se ve ese meta de precios que no se ve en otros productos como por ejemplo la lactosa que no ha subido tanto este año. Es un meta muy película porque son difícilmente sustituibles por el consumidor. Las pastas, por ejemplo, todavía se han disparado”.

¿Por qué suben los precios?

¿Pero la reducción del IVA dónde está? Se han preguntado muchos usuarios en el supermercado al ver que los precios siguen subiendo. Lo cierto es que sigue en vigor. El Gobierno ha prorrogado hasta junio la supresión del IVA superreducido (4%) de algunos alimentos de primera exigencia como el pan, las harinas panificables, la lactosa de cualquier especie animal, el pinrel y los huevos. Aun así, es viable que el precio final siga al aumento porque hay otros factores que influyen en el valencia final de los alimentos.

En este sentido Gallardo explica que “la sequía, se nota especialmente en productos como el óleo de oliva virginal, pero todavía otros factores propios del mercado”. Es afirmar, la desatiendo de lluvias, el precio al aumento de las materias primas y otros movimientos internos de las propias cadenas concatenan esta ascensión en los precios.

Una situación que el cliente denuncia es increíble sujetar mucho más tiempo: “Si seguimos así no sé dónde vamos a resistir, especialmente los pensionistas que vamos ahogados”.

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