La fórmula de “catalán-valenciano» acordado por el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puigcon el presidente de la Congreso de los diputadosFrancina ArmengolPara su uso en la Cámara Baja no convence a las familias de los estudiantes, que lo ven como “las nuevas bases del separatismo, para la creación de los países catalanes” y extienden su “imperialismo”.
de la asociación Idiomas y Educaciónfundada en Alicante e integrada junto con una veintena de entidades en la plataforma Escuela de Todos, han criticado a ambos dirigentes socialistas que “han perdido su condición de representantes de sus comunidades autónomas, al perder las elecciones, pero ahora proponen un nombre único, catalán- valenciano, para nombrar las dos lenguas y justificar el ninguneo y subordinación al que está siendo sometido valencianolengua incuestionable del Siglo de Oro y de la riqueza literaria de los siglos XIV, XV y XVI».
Con esta propuesta de unificar el nombre, a su juicio, los dos expresidentes de la Comunidad Valenciana y Baleares pasan a ser “corredores del separatismo catalán».
Puig había presentado esta propuesta como una forma de que el valenciano esté “presente como el resto de lenguas cooficiales” en el Congreso “por primera vez desde 1834”.
Lenguas y Educación también sostienen que esta fórmula probablemente sea temporal y los nacionalistas “piensan volver a llamarlo catalán dentro de un tiempo, ya que esto parece un nuevo enredo para encandilar a los ciudadanos de la Comunidad Valenciana”.
Como había anunciado recientemente, esta asociación de familiares y profesores reclamos que son considerados idiomas diferentes a todos los efectos, valenciano y catalán -apelando al Estatuto de Autonomía- y advierte que unirlos tiene como finalidad “promover la imperialismo que lleva a los países catalanes».
En un contexto europeo, Lenguas y Educación se compara con la política lingüística de otros países, como Italia y Franciadonde «se cambiaron lenguas y dialectos por decisiones políticas, pero por unirmientras en España está hecho para rompercrear desigualdades, desde la extorsión». Y en el ámbito de la Comunidad Valenciana señalan en particular que “la represión y la chantaje con las dos últimas legislaturas de compromiso y PSPV con la gestión de Educación y Cultura”, con, entre otras estrategias, “presionar a funcionarios y docentes, unificar exigencias lingüísticas, adoctrinar a los niños e imponer leyes educativas para suprimir la lengua española”.