abofeteó y penetró “de manera violenta” a la presunta víctima


Fueron seis meses de investigaciones que terminaron en el automóvil de procesamiento de Dani Alves por la presunta atentado sexual a una chavea el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona. En su automóvil, la jueza Concepción Martín se hizo eco de todo lo ocurrido aquella incertidumbre.

La presunta víctima, acompañada de una prima, acudió a la sala VIP de la discoteca conexo a un corro de mexicanos. En ese momento, un camarero les sugirió cambiarse de mesa pues otro cliente quería invitarlas a una consumición.

En esa otra mesa estaba Dani Alves, quien se presentó como “un atleta de petanca de L’Hospitalet”, y un amigo suyo. La magistrada asegura en el automóvil que Alves estuvo bailando con la presunta víctima y que el exjugador, en dos ocasiones, le cogió la mano y se la puso en su pene, delante lo que la chica la retiró ambas veces.

Más tarde, desde la puerta que daba a un pequeño pila de uso exclusivo para la zona VIP, Alves llamó a la chica y, cuando la chavea acudió, tiró con fuerza de ella, delante lo que la víctima le decía que se detuviera, que la dejara salir y que se quería ir.

La tiró al suelo y la abofeteó

Pese a ello, según la jueza, Alves no hizo caso, le subió el vestido, hizo que se sentase sobre él, le cogió la parte posterior de la cabecera y la tiró al suelo -lo que le causó a la chica una herida en la rodilla-, para intentar que le practicara una felación, aunque no lo consiguió, lo que “enfureció” al futbolista.

En presencia de esta situación, según detallaba la magistrada, el exinternacional brasileño propinó “varias bofetadas” en la cara a la víctima, la puso de espaldas contra el pequeño jofaina, frotó su pene contra su cuerpo y finalmente la penetró “de modo violenta”.

Tras finalizar la violación, según la jueza, la chica quiso salir del baño, si correctamente Alves no se lo permitió, de forma que el exfutbolista salió primero y a posteriori ella.

Cuando finalmente la chica consiguió salir, llegó a una mesa en la que estaba su prima, que la vio con “muy mala cara”, momento en que le contó lo ocurrido, según el automóvil.

Según subrayaba la jueza, desde que salió del pila Alves no se volvió a dirigir a la víctima en ningún momento y cuando el exfutbolista se fue de la discoteca conexo a amigo y se cruzó con la chavea, no le dirigió la palabra.

Se enfrenta a 9 primaveras de mazmorra

Tras poseer transcurrido más de un año desde los hechos y desde la entrada de Dani Alves en prisión, el exfutbolista del Barça o Sevilla será finalmente judicatura en la Audiencia de Barcelona los días 5, 6 y 7 de febrero.

El motivo no será puerta cerrada, excepto cuando declare la presunta víctima del brasileño. La Fiscalía había solicitado que el motivo fuera a puerta cerrada para preservar la intimidad de la chavea, pero la Audiencia de Barcelona ha rechazado esta petición, sólo estimándola en el momento que deba presentar manifiesto de la denunciante. La Audiencia quiere respaldar las medidas para proteger al mayor la identidad de la denunciante y su confrontación visual con el destacado.

La Fiscalía de Barcelona pide para el brasileño nueve primaveras de prisión por la atentado sexual, encima de diez primaveras de atrevimiento vigilada y una indemnización de 150.000 euros para la víctima.

Por su parte, la chavea de 21 primaveras reclama 12 primaveras de mazmorra, la pena máxima de prisión que establece el Código Penal por un delito de este tipo, encima de una indemnización de 150.000 euros.

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