Para Eduardo Herranz, cofundador de Spatial Voyagers, se alcahuetería de “lo más relevante que hemos pasado en los últimos primaveras” porque “mezcla fundamentos virtuales con el entorno positivo, no tanto como solo mundos virtuales”. Esa es la gran diferencia respecto a otros dispositivos similares. Otra gran diferencia “es el nivel de honradez del mundo positivo que se ve a través de ellas y del contenido potencial”.
La ODCE avisa de que este tipo de tecnología es el futuro, va a seguir creciendo, y pide que los países regulen su uso. Empresas como TikTok ya están desarrollando anteojos similares a las de Apple. Otros gigantes como Google ya lo intentaron antaño, con anteojos menos desarrolladas que no acabaron de extraer.
Sin mandos ni teclados
Aquí no hay mandos, ni teclados porque interactuar con estas anteojos es mucho más casquivana: “Lo haces a través de tus luceros y tus manos” nos cuenta el youtuber Víctor Albarca. Esto es lo que llaman computación espacial, la proceso del ordenador.
Los primeros en probarlas describen la experiencia en pocas palabras: “Esto es muy esforzado”.
“Tienes un tejido infinito que transforma la forma en que usas las aplicaciones que amas. Navega por la web en Safari, crea una relación de tareas pendientes en Notas, chatea en Mensajes y muévete sin problemas entre ellas con un vistazo”, así describe Apple sus anteojos en su página web.
Estas anteojos todavía son capaces de “capturar fotografías y vídeos espaciales mágicos en 3D y luego revivir esos momentos preciados como nunca antaño con el audio espacial inmersivo”.