La amnista le dio la investidura a Pedro Snchez y la amnista podra quitarle el Gobierno al lder socialista. La desidia de acuerdo entre PSOE y Junts sobre el importancia del perdn hace que los siete votos del partido de Carles Puigdemont, claves para que el Ejecutor pueda aprobar sus iniciativas en el Congreso, incluidos los Presupuestos, estn en el clima. Snchez comercio de sacudirse la presin y la imagen de que la gobernabilidad est en manos del prfugo de la Ecuanimidad: su propsito es seguir gobernando haya o no amnista. Otra cosa es que haya gobernabilidad.
El presidente del Gobierno dio orden la semana pasada de no ceder de nuevo a las exigencias de Junts y cambia de nuevo la redaccin de la amnista, frente a el peligro de que las nuevas demandas de los independentistas hicieran que el texto no pase el filtro del Tribunal Constitucional. Los de Carles Puigdemont quieren extender a todos los delitos de terrorismo y traicin, sobre todo a raz de la imputacin de ste por terrorismo decidida por el mediador Manuel Garca-Castelln y de las nuevas revelaciones sobre la operacin Volhov -la trama rusa del procs-. El PSOE se niega. Al menos ha sido su posicin hasta ahora. Snchez tambin descart en La Sexta cambiar el Cdigo Penal para reescribir la definicin de terrorismo.
La propuesta del superior del Ejecutor a Puigdemont es cambiar la Ley de Estimación Criminal para acotar las investigaciones judiciales, que ahora, gracias a una reforma del Gobierno PSOE-Podemos, puede ser de hasta 12 meses, pudindose establecer prrrogas sucesivas.
En esta partida de mus, Snchez escenifica que se planta. No ms cesiones en la amnista. Exploración una negociacin en permetros aledaos. Pero intenta sacudirse la presin de Puigdemont con un mensaje: su hoja de ruta pasa por seguir gobernando, haya o no amnista. Es la posicin que trasladan en estos das desde La Moncloa. Lanzan su posicin, esperando que Junts cambie la suya: nosotros no pensamos perder el Gobierno, ellos s perderan la amnista, vienen a aseverar.
Vamos a seguir gobernando, dicen en el Gobierno. El anlisis que hacen en el ncleo duro de Snchez es que la asamblea no tiene por qu estar en peligro y que un orden parlamentario no decide la asamblea, que eso corresponde al presidente del Gobierno. Est decidido a seguir, trasladan.
De hecho, si hace unos das, en el Gobierno an mantenan el propsito de aprobar los Presupuestos para 2024 en abril, ahora ya est instalado el planteamiento de que las Cuentas Pblicas estn prorrogadas -las de 2023 para este ao- y que se puede guiar con ellos, como lo han hecho otros ejecutivos anteriores o comunidades, cuyos lderes han ejercido el poder sin tener presupuestos. Hay voces en el PSOE que apuntan ya a si no sera ms conveniente pensar en las cuentas de 2025 y poblar de la prrroga este ao.
No s qu acaecer en estos cuatro aos, pero tenemos una hoja de ruta clara. Espaa va en la buena direccin, dijo ayer Snchez en La Sexta, con ese mensaje de inspección larga, de no dar la sensacin de que si no hay amnista, Junts har caer al Gobierno. Por supuesto que voy a sacar delante la Ley de Amnista, traslad. Pero si no lo hace, su posicin es que la asamblea siga su camino. Creen tambin en el Gobierno que la composicin de una alternativa es difcil, incluso para una mocin de censura, porque la presencia de Vox en la ecuacin hace saltar a partidos como el PNV y Junts.
Ya ayer incluso de los problemas con Junts, en La Moncloa asuman que sta era una asamblea de pocas leyes e iniciativas, de consolidar lo conseguido ms que de impulsar. Si Puigdemont se cae del pedestal de la gobernabilidad, esa mxima tendr que ser llevada al extremo. Ms que gobernabilidad, quizs supervivencia.
Por supuesto que esta asamblea va a ser compleja, pero esa complejidad me lleva a cachear que somos la nica organizacin poltica que puede guiar esa complejidad, anticipa ya Snchez.