Complicidad y sobo entre la causa y la suegra
Ambas han surgido de la mano y se han fundido en un emotivo sobo un día antaño de que finalice el proceso a Dani Alves, será precisamente este miércoles cuando declare el futbolista en posterior lado tras suceder escuchado la traducción de todos los testigos.
La que además ha sido la última en probar en el segundo día ha sido la propia Joana Sanz, que ha explicado en un fugaz refrendo el estado en el que llegó su marido la indeterminación del 31 de diciembre de 2022.
“Volvió muy borracho, oliendo a licor, se golpeó con un armario y se desplomó en la cama”
“Vuelve a casa sobre las 4am… muy borracho, oliendo a licor. Se chocó contra el armario y se desplomó en la cama”, empezó diciendo la maniquí de 31 abriles. Poco luego admitió que no quiso conversar con él en ese momento porque “no valía la pena tal y como venía, mejor dejarlo para el día próximo”, dijo. Incluso ha confesado que esa indeterminación esperaba cenar con él pero finalmente no fue así: “En los WhatsApp le pregunté si iba a venir a cenar y me dijo que no. Más tarde, no lo regalo… El posterior WhatsApp fue como las merienda de la indeterminación“, sentenció la española, que aprovechó para confirmar que no ha pedido legalmente el divorcio.
Joana se ‘suma’ a la defensa de Alves
Con la exposición del martes, Joana Sanz se ‘suma’ a la defensa de Dani Alves en presencia de la incertidumbre de lo que fuera a proponer la mujer del brasileño, que hace meses no quería tener nulo que ver con Alves. La logística de la defensa es clara, los amigos del ex del Barça y en este caso la mujer han manifiesto en varias ocasiones que el canarinho estaba “muy borracho”, “fue el que más bebió”, “no sé si bebió pero no estaba como siempre”, decían… poco que intentarán utilizar en su valenza como atenuante a una posible condena para estrechar los abriles en la calabozo.
Este miércoles terminará el proceso con las pruebas periciales y la exposición del acentuado.