En cuestión de segundos, se derrumbó parte del techo y comenzaron a caer de la parte superior pedazos del mismo, así como lámparas y otros objetos colgantes, precipitándose sobre el suelo y dejando mesas y vajillas destrozadas. Un auténtico desastre.
Los bomberos municipales se han dirigido rápidamente a la ubicación para analizar los desperfectos y tratar de examinar el origen del desplome.
No se han transmitido a conocer heridos
Por increíble que pueda parecer a tenor de las imágenes, testigos en el división confirman que ningún de los comensales que se encontraba en el Isabella en ese momento ha sufrido daños personales.
En esos momentos había una docena de clientes en el interior del establecimiento, con al menos un par de mesas ocupadas cuando se escuchó el estruendo que provocó el colapso del techo.