No hace ni un año, Ester Muñoz (León, 1985) fue elegida presidenta del PP de León, cargo al que llegó tras la ruidosa dimisión de su antecesor, Javier Santiago Vélez. Desde entonces se ha enfrentado a la nada fácil tarea de diseñar las listas para las elecciones municipales y generales, algo que resultó un juego de niños comparado con lo que vino después: una candidata al Ayuntamiento a la que decidió ir gratis; un grupo municipal dividido en dos, y un expresidente del partido que batalló contra el candidato oficial a la Diputación Provincial. Y que los resultados electorales mejoraron los registros anteriores y el PP recuperó el primer puesto como partido más votado de la provincia. A eso se aferra Ester Muñoz, que no deja lugar al desánimo tras haber sobrevivido a la ‘tormenta perfecta’.
¿Qué tan malo ha sido?
(Silencio) No tanto. Soy muy duro. Además, conviene relativizar las cosas. Cuando ves lo que te rodea, te das cuenta de que hay problemas reales. Ha sido una experiencia muy intensa de la que he aprendido mucho. Llegué al PP en un momento muy complicado. Los partidos se destacan sobre todo en los momentos de elaboración de listas, elecciones,…
A lo largo del proceso, ¿qué has hecho mal y qué has hecho bien?
Una de las cosas buenas es que hemos ganado las elecciones en León. El PP venía de una temporada en la que no lo consiguió. Hemos tenido mejores resultados que el PSOE, con más alcaldes, más concejales, más diputados provinciales… Como todo, hay cosas que se pueden hacer mejor. Las relaciones personales son complicadas. Probablemente todos deberíamos hacer autocrítica y mejorar la empatía que tenemos al hacer y decir las cosas. Tienes que aprender y sacar lecciones.
Nombra aquellas relaciones personales que necesitan mejorarse.
Lo es en general. Tenemos que trabajar la empatía y ponernos en la situación del otro porque las cosas se pueden decir de muchas maneras.
¿Se arrepiente de haber tomado las riendas del partido?
No. Si el PP me pide que dé un paso adelante, lo haré. No he venido aquí para estar en la barrera. Hay gente que se suma al partido o que asume puestos de responsabilidad intentando no salpicarse. Me he llegado a manchar hasta las cejas y si tengo que quemarme por la mitad, me quemo.
¿Qué les dirías a quienes cuestionan tu autoridad?
Eso es lo habitual cuando uno llega a un puesto. Me pasó cuando hace año y medio me nombraron delegado territorial de la Junta y creo que, humildemente, tampoco lo hice mal.
¿Se siente frustrado por no contar con el ayuntamiento o el cabildo cuando se pudo pactar con la UPL?
Absolutamente. Hay pactos que salen, como el de Ponferrada y Astorga, y otros que no, como el del Ayuntamiento de León. Era evidente que dondequiera que estuviera la UPL preferiría al PSOE. Lejos de frustrarnos, lo que tenemos que hacer es trabajar más para tener un mejor resultado en las próximas elecciones y no necesitar depender de nadie. Venimos de que el PP de León prácticamente no tenía poder institucional y hemos recuperado posiciones importantes. Es el comienzo para tener un mejor resultado en cuatro años.
¿No cree que las rencillas internas del PP no han facilitado precisamente las negociaciones?
Este verano he leído muchas cosas para presionar a distintos actores pero he evitado hacer declaraciones o filtraciones. Jugar a crear historias o a filtrar para prensa no va conmigo. Las negociaciones han quedado atrás, como tiene que estar. Pero insisto en que la UPL iba a negociar con el PSOE, era claro y evidente. Que ahora intentan poner alguna excusa para decir que no se ha llegado a un acuerdo con el PP… En la constitución de la Diputación, los once diputados del PP votaron al mismo candidato.
El mayor lo niega ¿No reconoce que hay división?
Creo que hay tensiones y las hay siempre y en todos los partidos. También en el PSOE leonés. Si hay desacuerdos en una familia, ¿cómo no va a haberlos en un partido con miles de militantes? Incluso es positivo que no todos pensemos igual. La clave es cómo canalizas esos desacuerdos. Puedes hacerlo internamente, que creo que es el camino a seguir.
Pero los desacuerdos han sido grandes y muchos: en el Ayuntamiento, el Grupo Municipal se partió en dos porque una parte no aceptó al portavoz designado por la dirección del PP, y en la Diputación Provincial se vio la corriente crítica de Javier Santiago Vélez. a punto de prevalecer.
En el Ayuntamiento, el partido determinó que la persona idónea para ser el portavoz era David Fernández y así se dijo en la misma sede. También entiendo que todos podemos sentirnos mal cuando el partido decide que usted no es el elegido para liderar un acercamiento. Yo era senador y luego se decidió que no debería serlo. Entiendo la frustración que puede generar en algunas personas que las cosas no sean como quieren. Respecto a la Diputación, he leído muchas cosas sin nombre ni apellidos a lo largo del verano así que le doy la importancia justa. Lo que sé es que llegó el momento y votaron los once diputados por quien había dicho el Comité Nacional, Raúl Valcarce.
Luego de negociar y ceder para conseguir una lista unitaria en León.
Sí, porque llegó un momento en que se pensó que no se podía seguir así en plena campaña para las generales. Pero insisto, el PSOE también ha acudido a los tribunales con listas dobles. Lo que ahora tenemos que hacer es una oposición constructiva.
¿No cree que el PP de León ha sido todo un espectáculo?
¿Hay algo en la política últimamente que no sea un espectáculo?
¿Fue acertada la elección de Margarita Torres como candidata o hubiera sido diferente con otro nombramiento?
Y quien sabe. Podría serlo o no. En ese momento se consideraba que ella era la mejor persona y me quedo con eso. A veces tomamos decisiones en función de determinadas circunstancias y en el pasado podemos hacer otro análisis, pero coincido en que en ese momento pensamos que era la mejor opción.
¿Garantiza que hay un grupo compacto en el Ayuntamiento?
Garantizo que los concejales que han decidido formar parte de ese grupo lo han hecho libremente. No tengo que entender nada más.
¿Cómo es tu relación personal con Margarita Torres?
Es una relación institucional. Si me preguntas si vamos a tomar vino, claro que no, pero yo no he venido a la política para hacer amigos. Tengo amigos fuera y aquí los intereses del partido y los valores tienen que prevalecer sobre los personales.
¿Cómo se explica que una persona que se vio obligada a dejar la presidencia del PP de León reaparezca y controle una parte?
No creo que domine a nadie. Las personas son libres de tomar sus decisiones. En cuanto a la elección de diputados, en una circunscripción son elegidos por todos los concejales y alcaldes que han sido elegidos por lista del PP, pero no todos están afiliados. Una cosa es el partido y otra los concejales y alcaldes.
¿Ha pensado en solicitar alguna medida a la dirigencia regional contra Santiago Vélez?
No se me ha pasado por la cabeza. No tenemos que centrarnos en nosotros mismos y en nuestro propio ego. Eso hubiera pasado si me hubiera sentido atacado.
¿Se ve capaz de ‘coser’ el juego?
Es un trabajo que tenemos que hacer. Es cierto que los últimos cuatro años del PP de León han sido convulsos. El PP necesita cuatro años de trabajo, haciendo partido, construyendo nuestros alcaldes y apoyándolos y con el objetivo de las próximas elecciones.
¿Por qué cree que el PP de León siempre ha estado envuelto en luchas internas desde hace años?
Esta es una provincia muy compleja, con diferentes identidades muy arraigadas. Tenemos El Bierzo, la gente de la montaña, del sur y eso la convierte en una provincia complicada.