Más allá de lo escandaloso del percance, no se produjo ningún herido en este percance. Todo un alivio para los propietarios de este céntrico restaurante, solo habían perdido el fingido techo de escayola de su nave.
Comedia = Tragedia + Tiempo
Y, como dice el clásico, la comedia no es más que tragedia más tiempo. Así que no tardó en aparecer esa retranca tan propia, posteriormente del susto que allí se vivió.
Este mismo jueves, los propietarios de Isabelle fueron los primeros en bromear sobre este incidente, con el alivio de que no sucedió ausencia. En sus redes sociales han publicado un particular menú del día, con doble ración de gracejo.
“Escayola deconstruida”, “lámparas de mimbre a desaparecido temperatura” o “loza al estilo helénico” son algunas de las recetas que los dueños del negocio han inventado con este motivo. Desde luego, una estupenda modo de afrontar un susto como este.
Desde luego, los ingredientes los tenían: escayola rota, lámparas de techo destrozadas, platos y vasos hechos pedazos. Y el más importante, el ingenio.