No me importa cortarle el cogote a nadie



El origen de la disputa está en unas obras que estaba llevando a agarradera el Comunidad de La Vencimiento de Acentejo, en Tenerife, para mejorar el suministro de agua. En concreto, para que los vecinos tengan una mejor calidad del agua, porque en esta zona los niveles de flúor del agua del llave son muy elevados y vienen provocando problemas en la población desde hace décadas. Es proponer, que la vecina conoce perfectamente la situación porque no es nueva.

Cuando la señora, de mediana perduración, llegó al espacio y vio las vallas y a los trabajadores con sus herramientas, incluida maquinaria pesada, no dudó en retornar a su coche y sacar un bayoneta con el que empezó a amenazar a los operarios. Primero empezaron los insultos, porque, según la señora, habían dejado advenir a un coche conducido por un hombre, pero a ella no. “¿A una mujer no la dejas advenir? Son todos una pandilla de maric…”, se le audición proponer en un vídeo del momento que se ha difundido.

“No tengo falta que perder, no me importa cortarle el cogote a nadie”

El operario tráfico de razonar con ella y le dice que está la pala y el camión, por lo que es inasequible que su coche pueda advenir. Es entonces cuando le indica que tiene que dar la dorso para poder lograr a su casa. En ese momento la mujer levanta la voz y se acerca a ellos y les dice que nadie le paga la gasolina y ella va a coger el camino que siempre coge. “No tengo falta que perder, no me importa cortarle el cogote a nadie”, añade amenazador la mujer.

Es en ese momento cuando el operario, ya harto de las amenazas, le dice que llame a la Policía y discuta con ellos. Ni siquiera eso amilana a la mujer, que continúa con sus insultos, ahora además dirigidos al equipo de gobierno, a los trabajadores del Comunidad y a la propia Policía. “No me hable de esos concejales que son unos comemierdas”, fue alguna de las frases que dejó la mujer.

El momento fue captado por otro de los operarios, mientras que se oye a un tercero seguir trabajando. El vídeo se difundió rápidamente por redes sociales y chats de WhatsApp y en poco tiempo se ha hecho virulento.

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