Renfe cifró el seguimiento de la huelga en un 3,07% a nivel nacional. Fuentes de la compañía comentaron que la marcha se desarrolló con “normalidad” y que se cumplieron todos los servicios mínimos. Por el contrario, la secretaria genérico del sector ferroviario en Ourense de CCOO, Miriam Piñeiro, valoró el seguimiento como bueno y lo estimó entre el 75% y el 80%. Esto, “interiormente das persoas que podían secundala, porque os servizos mínimos da empresa foron abusivos, un 75% en horas punta”, lamentaba Piñeiro. Por ello, añadía, “é proporcionado complicado facer moita forza de folga por parte dos traballadores”.
Finalmente, fueron suprimidas diez frecuencias a lo liberal de la marcha. La mayoría de ellas -ocho-, de media distancia, dos de ellas correspondientes al corredor Avant entre Ourense y A Coruña. El servicio entre la ciudad y O Carballiño, que cuenta con un solo tren para cubrirlo, quedó particularmente afectado, según confirmaba Piñeiro. Asimismo, quedaron cancelados dos trenes de reincorporación velocidad -en concreto, Alvia- entre Ourense y Madrid, uno en cada sentido. “En principio, ós viaxeiros tampouco lles afectou demasiado”, decía Piñeiro.
La sindicalista detallaba los motivos que empujaron a los trabajadores del sector ferroviario a ir a la huelga. Tanto en Adif como en Renfe, se trató de “incumprimentos de acordos de convenio”. En el caso de Adif, la representación sindical y la empresa habían llegado a un acuerdo para estrechar la marcha a 35 horas. El Ocupación de Transportes “botóunolo abaixo”.
Al mismo tiempo, “en Renfe, negociouse coa empresa a aniquilación das categorías de ingreso”. Piñeiro explica que “desde 2015, as persoas que entran novas por examen na empresa cobran, durante dous anos e medio, un 35% menos de salario que os seus compañeiros facendo o mesmo traballo”. El Ocupación de Hacienda todavía no autorizó la modificación, aunque la portavoz sindical valora que es irrelevante qué cartera ministerial bloquea los acuerdos: “Todas as negociacións colectivas están sendo pisoteadas polo Estado”.
Mientras los acuerdos sigan congelados, los trabajadores prevén nuevas movilizaciones. El Comité Caudillo de Empresa de Adif acordó nuevos paros parciales, mientras que en el de Renfe, CCOO se quedó “en solitario” en la reivindicación de la aniquilación de las categorías de ingreso, de acuerdo con Piñeiro, que dijo que seguirán demandando la implementación de esa progreso.
Canceladas más de 2.500 plazas en el Eje Atlántico
El resto de Galicia además acusó los mercancía de la huelga ferroviaria. Fue el caso del Eje Atlántico, una de las líneas de Media Distancia con más afluencia de viajeros de España. El corredor entre A Coruña y Vigo se quedó sin una decena de trenes. Esto implicó la supresión de 2.500 plazas, lo que incrementó la tensión en el resto de frecuencias disponibles y en los servicios de autobús en la marcha de viejo demanda de los pasajeros.
En el conjunto de España, el parón forzó la revocación de 310 convoyes. Los servicios mínimos decretados alcanzaban el 75% en los Cercanías de las horas punta, y el 50% en el resto de la marcha, lo que dificultó la movilidad en las grandes áreas metropolitanos. Mientras tanto, en las frecuencias de Media Distancia se requería la circulación obligatoria del 65% y en la Larga Distancia, del 73%. En mercancías, el porcentaje solo era del 25%.