Vídeos desenfadados para presentar a unos candidatos lo más cercanos posible, fotos en cada encuentro que se hace en campaña y comentarios ensalzando las virtudes de unos u otros, todo vale cuando se alcahuetería de vislumbrar la atención de los miles de personas que interactúan en las redes sociales. En España hay más de 45 millones de personas que usan Internet, de las cuales el 90,2% tiene presencia en redes.
La comunicación política adquiere un tinte casi de marketing para que las ideas lleguen al conocido y, sobre todo, para que calen. “Se ve cada vez más una preponderancia de la imagen frente al contenido”, asegura Javier Bustos, perito en comunicación política y redes sociales.
Instagram y Tik Tok
“Instagram se está convirtiendo cada vez en como una red de remisión para la comunicación política y eso que es una red basada en la fotografía, pero así es, vamos en dirección a eso”. Lo mismo ocurre con Tik Tok. “Es una red dirigida sobre todo a la masa muchacha y cada vez los partidos le están prestando más atención”, explica Bustos.
Como perito en la materia y tras una relación doctoral sobre las redes sociales, reflexionamos con él sobre la situación flagrante. “En las redes sociales el tono del mensaje sube, sobre todo en los perfiles de los partidos políticos. Los candidatos cuidan más sus cuentas personales y normalmente intentan entrar menos en polémicas pero los partidos sí elevan el estilo, es un reflexivo del estilo que vemos en el Congreso ni más ni menos”.
Hasta aquí todo correcto. Hay quien considera poco éticas algunas de las prácticas o incluso quien cree que la política no deberían entrar en ciertos comportamientos más ‘frívolos’, pero el problema verdadero viene cuando se pasa a la indicación conflicto sucia.
La conflicto sucia de los bots y las fake news
Las posibilidades hoy en día son muchas, por ejemplo, apelar a los llamados bots para amplificar sus mensajes y conseguir más repercusión. Se alcahuetería de tecnologías que en términos económicos resultan baratas y que son capaces de producir millones de tuits en poco tiempo para mostrar apoyo (irreal) a un comentario positivo o para producir ruido y crítica a nuestro adversario político. Con una búsqueda en Google de lo más sencilla los conseguimos rápidamente.
“Es una existencia que los bots están ahí, igual que las fake news (noticiario falsas). La conflicto sucia siempre ha existido y lo que pasa con las redes sociales es que la información va muy rápido y cuando quieres detener un bulo ya te ha hecho mucho daño”, dice Bustos.
Las acusaciones en esta bisectriz no han tardado en ascender a la política gallega. El PPdeG denunció un “entramado de manipulación” en redes sociales para desprestigiar a su partido y a su candidato, flagrante Presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Los populares denuncian la creación de perfiles falsos en X que publicaron de guisa coordinada para “platicar mal de Galicia y del presidente Rueda y defender todos a la concurso gallega”. Mensajes, aseguran, enviados desde Nicaragua, México, Bolivia, Haití, Canadá, Italia, Rusia, Vietnam, Polonia… Entre otros países.
El BNG por su parte ha tachado la denuncia de “ridículo” y la considera una muestra del nerviosismo del PP que ve que va a perder las elecciones, mientras que el PSdeG por su parte dice no tener conocimiento del tema.