La encanto de Port Aventura (Tarragona) en la que 14 personas resultaron heridas este domingo se publicita como una instalación destinada al sabido de niño, aunque en ella asimismo pueden subirse adultos. Tomahawk fue inaugurada en marzo de 1997 unido con Stampida, encanto con la que se entrecruza y en la que pocos meses a posteriori de su estreno un hombre perdió la vida al salir despedido de la vagoneta en la que viajaba.
Más de una decenio y media a posteriori de aquel trágico suceso, la misma zona del resort, ubicada en el Far West, vuelve a ser notificación por un profundo incidente causado por la caída de un árbol, provocada por el cachas singladura que soplaba en la zona a las 11.25 horas de la mañana. Según fuentes de Port Aventura, la encanto había pasado la inspección interna de seguridad ayer de inaugurar sus puertas al sabido este domingo y no ha llegado a descarrilar tras aceptar el impacto de las ramas que han caído sobre una de las vagonetas. Sin bloqueo, esto no ha evitado que 14 personas que viajaban en la encanto resultaran heridas, dos de las cuales se encuentran en estado crítico.
El parque asegura que lo ocurrido es un suceso completamente extraño a la operativa y mantenimiento de sus atracciones, “las cuales cumplen con los más altos estándares de seguridad y son sometidas a rigurosas revisiones diariamente”. Se da la circunstancia, no obstante, que Protecció Civil tenía activada en el momento del choque una alerta por fuertes rachas de singladura, superiores a 100 kilómetros por hora en el sur de Catalunya, por lo que el circuito había decidido cerrar por precaución algunas atracciones, pero no el Tomahawk.
Para totalizar en la encanto, cuyo nombre hace relato al hábil de guerrilla con la que los indígenas defendieron sus tierras cuando los colonos llegaron al venidero Oeste, se requiere una valor mínima de 1,05 metros y una máxima de 1,85 metros. Durante el reconvención, en el que las vías se entrelazan con las de Stampida, el viajero se enfrenta a giros de 180 grados muy cerrados y una primera caída muy inclinada. La duración de cada alucinación es de 1 minuto y 10 segundos aproximadamente y alcanza una velocidad máxima de 48,3 km/hora.
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Esta no es la primera vez que Tomahawk es marco de un profundo choque. En mayo del 2009, un operario que realizaba trabajos de mantenimiento murió al ser atropellado por una vagoneta, choque que la compañía desvinculó con un posible mal funcionamiento de la instalación.