El macho, de 54 primaveras de momento, se cayó en la cocina y falleció. A consecuencia de ello, la progenitora de 87 de momento, estuvo sin víveres y murió en la cama. Al parecer, era él quien la aseaba y la alimentaba, hexaedro que ella no se levantaba.
Los agentes de la Policía Doméstico que igualmente entraron en la casa comprobaron que los cuerpos llevaban posiblemente varias semanas fallecidos, ya que presentaban signos de descomposición. Además advirtieron que por lo que precede, a la paciencia de lo que determine la necropsia, no tenían signos de homicidio violenta.
Los vecinos dieron la voz de alerta
Los cadáveres de entreambos fueron descubiertos posteriormente de que los vecinos alertaran a los servicios de emergencia. Según explicaron, llevaban un tiempo percibiendo un olor inmundo proveniente del suelo y tras clamar a la puerta nadie respondía. Fueron los bomberos los que tuvieron que forzar el comunicación al domicilio.
Al empleo igualmente acudió la comisión contencioso, que ordenó la retirada de los cadáveres. Se encontraban en innovador estado de descomposición. Fueron trasladados al Instituto de Medicina Lícito, donde les han practicado la necropsia. No presentaban signos de violencia.
Principales hipótesis
Las primeras hipótesis apuntan a que el hijo habría muerto por causas naturales o de algún casualidad doméstico. Su cuerpo estaba en la cocina con una gran brecha en la persona. Así, el hombre podría haberse resbalado y caído en esta estancia y sufrir un traumatismo cranoencefálico severo por lo que habría fallecido.
La matriz habría muerto días posteriormente por la errata de ingesta de alimentos y agua. Y es que la anciana estaba impedida, al punto que se movía de la cama y necesitaba de la víveres y de los cuidados de su hijo. Los dos cuerpos fueron retirados tras la aparición del togado forense y trasladados al Instituto de Medicina Lícito.
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