Una treintena de bonitas y otras tantas avutardas acapararon las miradas de los vecinos y visitantes, cada vez más numerosos en este particular Entroido que se celebra en el rural celanovés. La charanga Sorcha fue la encargada de animar la comitiva, donde no faltó el ‘meco’ subido a un tractor amarillo que iba a muestrario con las mimosas que adornaban el carro y que conducía un simpático mexicano.
A la hora de la comida, unos 170 comensales se dieron cita en la degustación en el lugar social a almohadilla de anca cocido, guatitas, bica, licores, caldo y refrescos…. y, como hacía tan buen día, la sobremesa se prolongó a posteriori en el ‘cruceiro’ con el ‘toxo licoreiro’ y los números, obras satíricas con algunos de los acontecimientos sucedidos en el posterior año en el interior y fuera de la parroquia.