Tras ausentarse del mitin del año pasado, el presidente de la Generalitat pide utilizar el 11-S para “presionar al Govern con la investidura”
Pere Aragón vuelve a la manifestación de la Diada con el objetivo explícito de “presionar” Pedro Sánchez a conceder la amnistía y aceptar negociar un referéndum de autodeterminación para Cataluña a cambio de garantizar su investidura. “Hay que conseguir que Cataluña pueda votar su futuro político y que el resultado se pueda implementar”, afirmó el presidente de la Generalitat al inicio de este curso político.
El jefe del Ejecutivo catalán se ausentó de la manifestación secesionista del año pasado para evitar ser identificado públicamente como un estrecho colaborador del gobierno del PSOE, ya que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) convocó la marcha con el único objetivo de satanizar las negociaciones republicanas con el gobierno central. Ejecutivo, pese a que desembocó en indultos y la represión del delito de sedición.
La principal organización independentista catalana sigue rechazando cualquier diálogo con el Estado y favorece la declaración unilateral de independencia, pero ERC se siente más protegida del enfado de la calle después de que Junts se haya abierto también a negociar la investidura de Sánchez. La culpa es compartida.
Este año la manifestación de la Diada está muy centrada en el Gobierno español, consideró Aragón, para después convocar a la misa soberanista para recordar a Sánchez el objetivo: no sólo la amnistía, sino la resolución del conflicto con el Estado.
ya ayer oriol junqueras Insistió en que la mera concesión de la amnistía no asegura que el presidente en funciones permanecerá en La Moncloa. También es imprescindible plantear la autodeterminación, resolvió el presidente de ERC para protegerse de los plausibles reproches que recibirá su partido el 11-S por repudiar el unilateralismo.
En la Diada de 2021, tanto Junqueras como Aragons fueron abucheados e increpados ante el grito de traidores, lo que llevó al líder de ERC a enfrentarse a los manifestantes y advertir: Nadie nos hará callar. Los republicanos afrontan un nuevo examen e intentan reconducir la ira secesionista hacia el gobierno español.