Hay preocupación por parte de las familias con hijos menores de la presencia de los narcotráficantes en la zona donde viven. Un área que definen los vecinos como un sitio pesquero y turístico. “No quiero que mi hijo tenga un futuro de droga“, comenta un padre preocupado.
El negocio de la droga, una tentación para los chicos menores, que lo ven como una forma de conseguir pasta casquivana. Muchos niños lo ven en su propia casa y cada vez comienzan más pequeños: “El ve que sus hermanos mayores, que los han precedido, manejan una gran cantidad de pasta…“, explica Lisardo Capote, responsable de Vigilancia Aduanera de Algeciras.
Los narcotráficantes le ofrecen grandes cantidades de pasta por custodiar si llegan agentes de la Policía Civil a las costas andaluzas. Solo tienen que dar el aviso. A cambio reciben miles de euros. “Los suelen designar primero de ‘puntos’ para avisar si hay policía…”. Y luego pasan a ser ‘braceros’, los encargados de dar asilo los fardos de droga en las playas. “Ahí estamos hablando no de cientos, sino de miles de euros”, añade el responsable de Vigilancia Aduanera de Algeciras.
Los vecinos piden que se cree empleo, más puestos de trabajo. Se quejan de que la tasa de paro alegre es muy suscripción. “El 60% está parado. Ahí está el narcotráfico para tentarlos. Para ofrecerles pasta”, dice Francisco Mena, coordinadora Alternativas, una ordenamiento cuyo propósito es promover la conciencia social y suscitar medios contra el azote del narcotráfico y la excepción social.