Es la explicación que transmiten fuentes de la industria inmobiliaria. “En periodos inflacionarios la propiedad resiste mejor que el dinero”, afirma José Antonio Francisco, gerente de Inmobiliaria Galven. “Mucha gente que tiene unos pequeños ahorros decide comprar una vivienda, con un préstamo hipotecario… Ese es el tipo de cliente que se mueve hoy en día”, añade.
Jorge Fernández, de la inmobiliaria Metropole, coincide en cierta medida con él: “Aquí en Galicia, y sobre todo aquí en Ourense, El valor refugio del ladrillo siempre existió y sigue existiendo.”. De hecho, Fernández afirma que “actualmente hay más inversores que personas que pueden comprar una vivienda habitual”.
Eso sí, en Metropole perciben un cierto freno en la marcha de las ventas. “Estamos a nivel nacional. Aquí siempre vamos un poco más tarde, pero se nota que hay un frenazo”, explica. Y es que Muchas de las firmas que se contemplan en el primer semestre “son de meses arrastrados”. La compra de un piso puede tardar hasta “tres meses”, según las estimaciones.
MENOS CANTIDAD
Respecto a las hipotecas, Francisco valora que “no son las mismas cantidades que se pedían antes”. Echando un vistazo a las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística ve que es una realidad. El importe medio en el primer semestre alcanzó los 83.830 euros, un 10,5% menos que en el mismo periodo de 2022. Salvo el año de la pandemia, no se registraba una cantidad tan baja desde 2017.
Otra de las características actuales del mercado inmobiliario está ligada al elevado precio del alquiler. “En Ourense estamos viviendo un problema con el alquiler”, afirma el gerente de Galven, por lo que “Comprar todavía vale mucho más que alquilar., a pesar de cómo están los chicos hoy. En su opinión, esto podría explicar la tendencia actual: “En ese sentido, no se ha notado la desaceleración que debería haberse producido”.