Así de convincente se muestra uno de los principales promotores de la manifestación promovida por “Veciños de As Eiroás” que, con el autorización de la Subdelegación del Gobierno en Ourense, ha decidido no seguir de brazos cruzados y protestar para tratar de percibir la situación en que se encuentra el sitio en el que viven.
“Las obras arrancaron en febrero de 2023 y, según el cartel de las mismas, que sigue aquí en pie, el plazo de ejecución era de seis meses. Han pasado ya más de ocho desde entonces, y todo sigue a medio hacer”, relata Franco.
La razón detrás de este retraso se debe, fundamentalmente, a que la empresa adjudicataria abandonó las obras hace meses correcto al impago por parte del Concello de Ourense. “Desde el Concello nunca se han dignado a decirnos nadie. Sabemos que alguno de los grupos de la concurso asimismo ha preguntado en los plenos, sin respuesta por su parte”.
En palabras de este vecino, “ya se han producido varias roturas de las defensas de los coches correcto a la pico de las aceras. Teníamos esperanza de que la empresa constructora retomara las obras, pero al no cobrar, se fueron. Incluso les dejamos un bajo para que almacenasen sus materiales, pero hace ya varios meses que pasaron a recogerlos”.
Actualmente, la situación en la zona es “tercermundista. Para hacer esto y dejar los hierros y todo al atmósfera, preferiríamos que no hubiesen tocado nadie”. Delante la inacción del Concello, no son pocos los vecinos que “han rellenado manualmente con cemento las entradas a sus casas o los huecos de las alcantarillas”.