Barcelona cierra el 2023 con una subida generalizada de todas las modalidades delictivas


El corregidor Jaume Collboni presidió este lunes por la tarde la Sociedad de Seguridad de Barcelona, con la presencia del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. Una reunión periódica que sirve para poner en global el estado de la ciudad en materia de seguridad y que sirve para hacer arqueo de las últimas cifras, en este caso, las estadísticas delincuenciales del 2023. Un año malo, muy malo en materia de seguridad, con un incremento generalizado de todas las modalidades delictivas, en relación al 2022. Sube todo, especialmente las agresiones sexuales, las estafas y todo lo relacionado con las drogas, pero sube incluso y mucho la actividad policial, que multiplica las detenciones, identificaciones y operativos, tanto de Mossos d’Esquadra, Patrulla Urbana de Barcelona, Policía Doméstico y Patrulla Civil.

Al terminar la reunión, a puerta cerrada, se repartió entre los medios de comunicación, un dossier de diez páginas con un recapitulación preferido de los datos. Una estadística en la que especialmente el sección de Interior sigue comparando con el 2019, inicial a la pandemia, y un año especialmente infeliz en cuanto a cifras, con unos índices delincuenciales que de hecho provocó la puesta en marcha de algunos de los planes que a día de hoy siguen vigentes como Tremall.

El plan que en su día ideó el comisario Carles Anfruns, en su época al frente de la región policial de Barcelona, y que consistió en trabajar policialmente la multirreincidencia con un nuevo sistema operante que facilitara a jueces y fiscales firmar más ingresos en prisión.

El alcalde Collboni y la gerente de Seguridad, Maite Casado, este lunes en la Junta de Seguridad

El corregidor Collboni y la regente de Seguridad, Maite Casado, este lunes en la Sociedad de Seguridad

ACN

En cualquier caso y más allá de las estrategias, las cifras del 2023 no han acompañado la actividad policial que se ha multiplicado en la calle por los dos principales protagonistas, Mossos y Patrulla Urbana. Las denuncias han crecido un 8,6 por ciento respecto al mismo periodo del año inicial. Una subida de casi nueve puntos en solo doce meses que se traduce en las encuestas en respuestas de los barceloneses que siguen colocando la inseguridad como sus principales preocupaciones. Aunque acertadamente es cierto, como en los últimos días han recordado los responsables policiales de la ciudad que si acertadamente el primer semestre el incremento fue descomunal, de casi un 13,7 por ciento, las cifras se recuperaron en el segundo, reduciendo el crecimiento al 4,2%, logrando equilibrar esa subida a ese 8,6% que preocupa al equipo de Mossos que lidera la comisaria Montserrat Estruch.

La reunión se ha producido en un momento complicado y que refleja la incluso complicada situación que atraviesa la relación entre la dominio de los Mossos y la Patrulla Urbana de Barcelona. El mes pasado, torrevieja news today adelantó la crisis institucional abierta entre los dos organismos en presencia de la disolución de los equipos conjuntos de investigación que protagonizaban mossos y guardias urbanos y que estaba funcionando especialmente acertadamente en materia de tráfico de drogas y desmantelamiento de puntos de saldo y narcopisos.

Los robos con fuerza en interior de establecimiento crecieron en un 40%”

Una crisis que nadie negó y que provocó la convocatoria de una reunión de aprieto en el Comunidad con la presencia de Eduard Sallent, comisario principal de los Mossos y el intendente veterano Pedro Velázquez, liderando ambas comitivas. Una cita tensa en la que se acordó “descabalgar la tensión” y tratar de juntar posiciones. Por ello se crearon varios grupos de trabajo que debían batallar y proponer la nueva guisa de coordinarse en materias como violencias domésticas o tráfico de drogas. La intención era aparecer a la reunión de la Sociedad de Seguridad con propuestas cerradas y pactadas, pero no ha sido posible.

De momento, no hay grupos conjuntos de investigación, aparte aquellos que directamente solicita una fiscal o un magistrado en materias muy concretas. Y si acertadamente los guardias urbanos siguen firmando como secretarios en los atestados que instruye la mecanismo regional de atestados de los Mossos, ya no participan en las investigaciones de vitalidad pública que asume exclusivamente la policía catalana.

Precisamente en la estadística facilitada por los gabinetes de comunicación de Interior y del Comunidad, se resalta el incremento de los delitos relacionados con la vitalidad pública. En un 5,9 por ciento. En este apartado, ese incremento está directamente relacionado con la actividad imparable y reconocida en todos los estamentos de la ciudad de la Dispositivo Regional de Investigación en Lozanía Pública que depende directamente de la región de Barcelona, que está ubicada en la comisaría de Ciutat Vella, y que en el 2023 cerró 186 puntos de sustancias. Un trabajo hecho mano a mano con la Patrulla Urbana, sus grupos de paisano de delincuencia urbana y los de investigación, cuya función ahora está en el distinción porque dejan de formar parte de esos equipos conjuntos, por valentía expresa de la dominio de los Mossos.

Las estadísticas mantienen al hurto como el delito suerte de la ciudad, con más incidencia, ya que representa el 48% de la totalidad de delitos que se denuncian. En relación al año pasado, los hurtos crecieron en un 6,5%. En el 2023 se denunciaron 100. 944 frente a los 94. 776 del año inicial. Una problemática que viene pareja de la denominada multirreincidencia que ha antitético en Catalunya, en España, una fisura en su sistema judicial que permite al autor llevar a cabo con gran impunidad, una y otra vez, hasta que o se cansa y cambia de marco, o logra un ingreso en prisión preventiva, poco frecuente.

Los cinco multirreincidentes más activos de la ciudad acumularon solo en el 2023 un total de 228 detenciones. Los responsables policiales y aquí la iniciativa es de los Mossos tienen un relación de 526 personas catalogadas de multirreincidentes a los que se les ha imputado un total de 6.169 delitos en total.

Otro de los delitos que se ha disparado notablemente este 2023 son los robos con fuerza en establecimiento en la ciudad, con un crecimiento del 40%. Una auténtica barbarie si se tiene en cuenta que pasaron de 1.878 a 2.636; aunque los autores del comunicado de prensa destacan que el número de detenidos vinculado con esta modalidad ha crecido incluso en un 62%.

La señal de los delitos sexuales sigue subiendo imparable, aunque los responsables policiales destacaron la mejor en el porcentaje de resolución de delitos, que alcanza un 83% y que tiene mucho que ver con la especialización cada vez veterano de los investigadores y la mejor toma de denuncias. Las denuncias crecieron en un 24% pasando de 883 a 1.099. Es verdad que hay una veterano conciencia por parte de las víctimas a denunciar, pero incluso es indiscutible que las agresiones crecen exponencialmente y sobre todo aquellas en las que el autor pertenece al entorno de confianza de la víctima.

Ese trato cuidadoso y específico a las víctimas de violencias machistas tiene su traducción en las diez comisarías de los Mossos en el denominado Sistema Integral de Atención a las Víctimas, que en el caso de la policía catalana incluye a las víctimas de  delitos de odio, discriminación y violencias machistas. La Patrulla Urbana por su parte inauguró este año dos dependencias en Ciutat Vella y Nou Barris dirigidas incluso exclusivamente a cosechar este tipo de denuncias. Y aunque está a la demora de si Interior le permite, como hacen otras policías municipales catalanas, realizar seguimiento y protección de algunas víctimas, por el momento se limita a cosechar denuncias. Unas 900 en los nueve meses que llevan abiertos, y muchas de ellas provocadas por la propia control urbana tras identificar violencias machistas en actuaciones que no estaban vinculadas con este delito.

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