Y es que siempre ha estado al flanco de Navalni en su lucha por derrocar a Putin. La hemos podido ver yuxtapuesto a él en una manifestación allá por el año 2013, tras ella Navalni fue condenado a 5 abriles prisión. En esta ocasión, fue libertino de forma inesperada, casi inmediatamente y entre aplausos se abrazó a su mujer sin pensarlo.
La batalla continuó. Juntos lideraron marchas, manifestaciones y protestas contra un régimen cada vez más opresor.
En 2018 su candidatura para las elecciones fue vetada y, para Putin, Navalni se convierte en alguno cada vez más incómodo.
En 2020 sufre un intento de envenenamiento. Es trasladado a un hospital de Berlín, Yulia está yuxtapuesto a él hasta que logra recuperase. El 17 de enero de 2021 deciden retornar a Rusia y nulo más aterrizar es detenido, Yulia es testimonio del arresto. Tras esto ella incluso tiene problemas con la policía rusa, de hecho la detienen en una protesta.
A posteriori Navalnj sufre un sin fin de juicios, en los que las condenas iban a más. En esos juicios aprovecha para ver de allá y mandar mensajes con gestos a su esposa, que siempre está presente. De su estancia en prisión poco se sabe, el Kremlin no ha regalado mucha información. Solo al principio se supo que, Navalni, podría estar sufriendo torturas, como no dejarle adormecerse, y que había hecho un tiempo huelga de anhelo.
El 16 de febrero de 2024 el gobierno ruso comunica que ha fallecido. Navalnaya lo tiene claro: “Putin ha matado a mi marido”. Esas han sido sus contundentes palabras a través de las redes sociales y por eso continuará luchando contra el Kremlin, será la nueva opositora de Putin.
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