En realidad, la inmensa sede empresarial es la culminación de un recorrido por las huellas de la historia, desde la Edad del Bronce hasta el presente tecnológico, que ofrece el ayuntamiento. Para visitantes que quieran practicar deporte hay hasta cuatro rutas de senderismo diferentes, de entre 6 y 11 km, tanto atravesando el espacio natural como recorriendo las parroquias para descubrir sus secretos arquitectónicos. En las zonas rurales del concejo hay media docena de yacimientos arqueológicos de la Edad del Bronce y otros yacimientos funerarios.
petroglifos
Los grabados en roca granítica son presente en cinco de las siete parroquias de San Cibrao. Los dibujos más comunes son surcos circulares en las rocas, como en Salgueiros, en San Ildefonso, o Santa Cruz de Rabeda, en Outeiro da Seara. En las inmediaciones del casco urbano se encuentra el petroglifo de “A Piña”, con cuatro cruces de término medieval y cerca del Parque Tecnológico de Galicia existen restos de “mámoas”, monumentos funerarios del Neolítico.

A Boutureira
Es el nombre que se le da al entorno natural del río Barbaña a su paso por el municipio. Un camino circular lo recorre dejando a la vista los molinos tradicionales y los hermosos paisajes de vegetación autóctona. Desde aquí se puede acceder a las rutas de senderismo hacia Soutopenedo, A Laxe y Castroverde.
Iglesia de San Miguel

En el corazón de la parroquia de Soutopenedo se alza la iglesia de San Miguel. Una hermosa construcción que data del siglo XII., pero cuya torre fue construida en el siglo XVIII, aumentando la riqueza arquitectónica del templo con una mezcla de estilos románico y barroco. En uno de sus laterales se encuentra un reloj de sol de época medieval, también hay pequeñas gárgolas y, en su interior, esconde una cruz procesional del siglo XVII.
Cruceros
San Cibrao es un pueblo donde abundan los cruceros. Fueron construidos en intersecciones de cuatro caminos, bajo la leyenda de la Santa Compaña, con la intención de ahuyentar a los malos espíritus. La mayoría de ellos están tallados en piedra, y tienen imágenes del Niño Jesús y la Virgen. La de Santa Comba de Gargantós es una cruz evangélica forjada en negro.
