La angustiosa búsqueda de Manuel y Paco entre la maleza y el lodo


Cada minuto que pasa la esperanza se desvanece entre los más de 150 agentes de la Guardia Civil y 112 efectivos de Emergencias que participan en la búsqueda de Manuel y Paco, los dos desaparecidos tras el paso de la DANA por la Comunidad de Madrid. Intentan localizarlos, y no es manera de hablar, por tierra, agua y aire, sin escatimar energías ni recursos, pero la tarea -que afronta su tercer día- no es fácil. Barro y algas cubren prácticamente todos los cauces y márgenes de arroyos y ríos de Aldea del Fresno y Villamanta, municipios donde les perdieron la pista.

El suroeste de la Comunidad de Madrid es una zona devastada por el temporal. Las crecidas de las aguas destruyeron todo a su paso y convirtieron los bancos en un depósito de sucursales, coches y enseres desplazados. Nadie se atreve a calcular cuánto tiempo llevará limpiar la zona. Tal es el volumen que, en Aldea del Fresno, la acumulación llega a ocupar casi toda la altura de los arcos del puente de la Pedrera, que sirvió de embudo antes de que parte de la construcción fuera derribada por la riada.

Ese es uno de los puntos sobre los que gira la búsqueda de Manuel, de 47 años, el padre de familia cuyo coche cayó al Arroyo Grande cuando intentaban regresar, el domingo a las 23.30 horas, a su casa de Alcorcón por la noche. esta enfocado. M-507. “El barro acumulado y la gran cantidad de árboles y ramas complica las tareas en el cauce del río Alberche”, confiesan desde Emergencias 112. Los Bomberos Comunitarios peinan las orillas con el objetivo de encontrarlo.

Fue en esa zona del puente donde agentes del Servicio de Montaña de la Guardia Civil, la madrugada del lunes, encontraron a la mujer de Manuel, aferrada a un árbol en medio del río. Una de las hipótesis es que si salieran al mismo tiempo del vehículo por las puertas delanteras, la fuerza del agua los arrastraría hacia la misma zona. Pero ella no es la única.

El coche en el que viajaban fue arrastrado río abajo, aproximadamente a un kilómetro del puente de la M-507 donde lo engulló el agua, en Arroyo Grande. Localizaron el auto sepultado por el barro, ya endurecido por el paso del tiempo, a la altura del Parque de Bomberos de Aldea del Fresno. Será una máquina especial, por el peso, la que levantará el coche y descartará que el cuerpo del conductor pueda estar debajo, otra de las hipótesis que se barajan.

El operativo de búsqueda de Manuel está compuesto por bomberos, agentes forestales, voluntarios de Protección Civil, buzos de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, unidades de Seguridad Ciudadana, Seprona y perros especializados tanto en la localización de personas como de cadáveres. Resta que, todos los días, arranquemos a las nueve de la mañana. Peinan algunas zonas ya buscadas el día anterior, pero en las que hay mejor visibilidad debido a la bajada del nivel del agua, lo que facilita la búsqueda, pero también amplía el radio de acción. Por vía aérea, apoyo de un helicóptero de la Guardia Civil y drones.

«El domingo todos los arroyos aumentaron su caudal, incluso los arroyos secos tomaron caudal. Varios vehículos fueron arrastrados, pero los ocupantes lograron ser liberados”, informan fuentes del dispositivo. La mujer de Manuel y sus hijos fueron encontrados con vida; el niño, tras pasar ocho horas sobre la rama de un árbol. Los tres se recuperan en el hospital , a la espera de que los equipos de rescate encuentren al padre de esta familia.

La gran corriente

A ocho kilómetros de distancia, en la localidad de Villamanta, desapareció Paco, un hombre de 83 años que le perdió la pista en las inmediaciones de su domicilio, en la urbanización Jirfa, en el extremo oriental de la localidad. Fue un vecino, un guardia civil, quien logró salvar a la mujer del hombre ahora desaparecido, como ya informó torrevieja news today, en el momento en que las lluvias azotaban con más virulencia, pero el octogenario fue arrastrado por la tromba marina hacia el Arroyo. Grande. Luego le perdió la pista. Precisamente es el mismo arroyo que se tragó el coche de la familia Alcorconera, aunque a kilómetros de distancia.

Los guardias civiles trabajan en esa parte del arroyo, que todos los vecinos recuerdan como prácticamente vacía y sin agua, y realizan trabajos de drenaje, complicados además porque se encuentra en el mismo estado que el río Alberche: cubierto de ramas, árboles arrancados y barro.

Este miércoles, a contrarreloj, los operativos se reanudarán a las nueve de la mañana, esperando que un milagro encuentre con vida a Manuel y Paco, tras más de 48 horas sin noticias de las dos víctimas de la DANA.

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