Feijóo calma al PP con su rechazo a Junts y pone toda la presión sobre el PSOE


La dirección nacional del PP lleva semanas intentando justificar el motivo que les había llevado a no descartar un contacto, cuyo formato nunca estuvo claro, con Junts en el marco de las conversaciones de investidura. El portavoz del PP, Borja Sémper, lleva dos lunes consecutivos defendiendo el carácter institucional de su planteamiento. Siempre insistiendo en que es un contacto entre grupos parlamentarios, incluido Junts. Precisamente ayer, el presidente Alberto Núñez Feijóo insistía en los micrófonos de la Cadena Cope en que había “una diferencia sustancial entre oír, hablar y escuchar y obedecer y estar de acuerdo”.

Ha habido ruido en el PP todas estas semanas. El presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, lo ha verbalizado abiertamente. Aunque su situación interna es precaria, lo cierto es que incluso sus adversarios internos en el PP catalán dudan del planteamiento. En toda la geografía del PP en toda España había escepticismo con ese planteamiento. Si el llamamiento al PNV, pese a sus reiterados rechazos, a algunos les parece excesivo pero nunca incómodo, este trago ha sido mucho más amargo.

Apenas tres horas después de defender que como candidato a la investidura debería estar dispuesto a mantener esos contactos, Feijóo endureció su postura. Tras escuchar las condiciones planteadas por el expresidente de la Generalitat y prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, desde Bruselas, Génova entiende que una posible reunión con Junts ya no tiene sentido. Así lo expresó el propio Feijóo tras la reunión con Junts: «Después de conocer la postura del señor Puigdemont, si va a proponer la amnistía como requisito para mi investidura, podemos salvar la reunión, tanto Junts como el PP. No tiene sentido tener una reunión para decirme que si quiero ser presidente del Gobierno de España tengo que aceptar una amnistía antes de mi toma de posesión. Yo insisto. “Creo que podemos salvar la reunión, ellos y nosotros”, zanjó el presidente del PP. En la rueda de prensa que ofreció tras su reunión con Santiago Abascal en el Congreso de los Diputados, Feijóo señaló que las exigencias de Puigdemont “no son aceptables ni “Asumible”. Y en este sentido ha dicho que si Puigdemont va a proponer la amnistía antes de la investidura “nos podemos ahorrar la reunión con Junts”.

La aclaración de la postura respecto a Junts fue celebrada por quienes llevaban semanas mostrando malestar. Aunque en privado se cuestiona si tanto desgaste ha valido la pena, ya que advierten que en la izquierda esa posición ha sido utilizada como una especie de legitimación de Junts que facilitó su propia negociación. La exportavoz y diputada por Madrid, Cayetana Álvarez de Toledo, hizo este comentario al conocer las palabras de Feijóo, enfriando cualquier contacto con Junts: «Las exigencias del prófugo Puigdemont eran, son y serán inaceptables. Feijóo cumple su palabra en defensa de la igualdad y tiene razón».

Génova justifica las decisiones que viene tomando. El propósito de Feijóo durante esta crisis es también afirmar que el PP nunca renunciará a lo mismo que Pedro Sánchez está dispuesto a conceder: «En nombre de la gran mayoría de los españoles, no puedo ni quiero pagar ese precio para ser Presidente del Gobierno (. .) Donde Sánchez parece dispuesto a pasar, yo no paso».

Como había hecho por la mañana en la entrevista en la Cadena Cope, Feijóo fue muy duro al criticar el viaje de Yolanda Díaz a Bruselas para negociar con Puigdemont. Destacando que ha decidido no reunirse con él: “Nunca debimos llegar al extremo de que las condiciones para la formación del gobierno de España las ponga un político que está en búsqueda y captura”. Y rechazó que exista alguna reserva legal para algo parecido a una amnistía: «La democracia española no acepta amnistías. Los crímenes que se cometieron fueron contra la democracia española.

Feijóo consideró la reunión de Díaz y Puigdemont como una “anomalía democrática” que supone “un claro descrédito de la Justicia”. Y planteó la responsabilidad a Sánchez: “O el presidente lo sabía y autorizó o tiene que destituir inmediatamente al vicepresidente”. Entiende que si ella no la detiene, es “cómplice necesaria” del “bochorno que hemos vivido”.

El foco en Sánchez

En el PP ponen ahora el foco en el PSOE. Entienden que los planteamientos de Puigdemont son un calvario en toda regla que va a generar dudas internas en el seno de la formación. Desde Génova van a recalcar su opción de acuerdos entre PP y PSOE como más necesaria que nunca. “Es el momento de la grandeza política y de superar los intereses partidistas pensando en España”. Diferentes presidentes autonómicos de partidos insistieron ayer en la propuesta de Feijóo como única solución.

El PP podrá explorar este camino con la tranquilidad de que Vox no va a escenificar sus discrepancias. La reunión que ambos mantuvieron ayer en el Congreso de los Diputados estuvo claramente condicionada por las palabras de Puigdemont. Pero más allá de eso fue un encuentro de gran relevancia. El primer funcionario y público de los dos dirigentes desde que Feijóo preside el PP desde hace año y medio.

Durante este encuentro, el presidente de Vox reiteró su apoyo al líder del PP en la investidura prevista para los próximos 26 y 27 de septiembre, aceptando que España vive un momento de “excepción nacional y democrática”. “No somos imprudentes y apoyaremos a Feijóo en su investidura”, afirmó Abascal al finalizar su encuentro con el líder popular. Sin embargo, también ha precisado que Vox apoyará a Feijóo “únicamente como alternativa al bochorno de ver a los partidos independentistas subastar la nación de forma inmodesta ante la perplejidad de todos los españoles”.

El líder de Vox considera que la toma de posesión del presidente del PP es el primer paso para “preparar la resistencia” al “golpe de estado” que están gestando los independentistas y que “se producirá desde La Moncloa en el caso de que quienes están subastando “La nación consigue imponer finalmente a su cómplice”, ha declarado, en clara referencia a Pedro Sánchez. Ambos dirigentes compartieron durante el encuentro las “coincidencias” que existen entre sus partidos para poder hacer frente a lo que Abascal calificó como “una amenaza histórica a la Constitución y a la convivencia” del pueblo español. “Vemos fundamental en este momento anteponer el interés de España, ahora no es momento de hablar de diferencias”, reiteró el líder de Vox.

Feijóo presentó a Abascal la misma propuesta que puso sobre la mesa a Pedro Sánchez. Este texto contempla una legislatura de dos años y seis pactos de Estado, lo que “le suena bien” a Santiago Abascal ya que ve en él muchas de las cuestiones que plantearon en sus mociones de censura al presidente del Gobierno.

Sobre un posible pacto entre PP y PSOE, Abascal aseguró que Vox no lo impediría. Lo cierto es que un acuerdo entre los dos partidos mayoritarios haría que Vox no fuera imprescindible. “No seríamos un obstáculo para un acuerdo de los partidos más votados”, afirmó el dirigente en caso de que “existiera esta posibilidad”, ya que entiende que “es muy difícil”. Pese a que Vox recela de este acuerdo, entienden que ahora mismo “sería el mal menor”.

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