Pero la tasa de mortalidad del infarto de miocardio no es la única liderada por la provincia. Los índices de otras patologías, como las de tipo cerebrovascular o mental, todavía son preocupantes. La tasa ourensana de muertes por enfermedad cerebrovascular llegó en 2021 a 57,9 óbitos por 100.000 habitantes, 12 puntos más que la media gallega. En esta categoría se incluyen dolencias como ictus, embolias y trombosis. Los fallecimientos por patologías mentales (seniles y preseniles) alcanzó en 2020 (el postrer año con datos disponibles) la tasa de 135,3 por cada 100.000 habitantes. Lugo todavía registró una incidencia incorporación (123,5 óbitos), muy por encima de A Coruña (con 78,9) y Pontevedra (con 68,2).
Por otra parte, el índice de muertes asociadas al pimple todavía es elevado en la provincia al compararla con el resto de Galicia. Ourense anotó en 2021 la tasa más incorporación de la comunidad de fallecidos por enfermedad alcohólica del hígado, asociada al consumo excesivo de forma continuada, con una tasa de 4,6 muertes por cada 100.000 habitantes. El impacto de la yuxtaposición a la bebida fue desigual por sexos: el índice de mortalidad entre los ourensanos alcanzó el 7,5, mientras que entre las ourensanas se mantuvo en 1,9. En el conjunto de Galicia, la tasa registrada fue de 3,82 óbitos por cada 100.000 personas.
Otras patologías
Los datos sobre mortalidad asociada a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), derivada en la gran mayoría de pacientes del consumo de tabaco, todavía encienden las alarmas de la salubridad pública en Ourense. Aunque no es la provincia con anciano afectación (es Lugo, con 44,5 muertes por 100.000 habitantes), supera la media gallega. La tasa ourensana se sitúa en 38,5, casi 10 puntos más que la media gallega.
En cuanto a los óbitos vinculados a la diabetes, Lugo vuelve a anotar el anciano índice de la comunidad, con 38,3, pero Ourense, con 29,8, todavía supera la media de la comunidad (22,9).
Esperanza de vida
Pero el Observatorio de Saúde Pública de Galicia todavía muestra datos optimistas en la provincia. Los ourensanos son los gallegos que anciano esperanza de vida tienen al alcanzar los 65 primaveras. Según la información aportada por el Sergas, al cumplir 65 primaveras todavía les quedan por delante una media de 22 primaveras de vida, una monograma todavía superior en las mujeres (con 24,2 primaveras más).
La prevención de las enfermedades y el estilo de vida juegan un papel esencia en la duración. En ese sentido, la billete de los mayores ourensanos en las campañas de inoculación es una de las más altas de Galicia. En 2023, el 78,3% de la población de más de 80 primaveras de la provincia se protegió frente al covid, y el 83,3%, frente a la enfriamiento.