Tengo ganas de llorar todo el día



Los vecinos de la ciudad de Valencia se han volcado completamente, desde el primer minuto, con todas las personas afectadas por el incendio del pasado jueves.

La solidaridad de la gentío ha provocado que estén repartiendo ropa, bolsas de comida y coordinándose para poder ayudar a todo aquel que lo necesite.

Las bolsas se acumulan en las puertas y hasta fuera de los locales porque internamente, tal y como explican los organizadores de las ayudas que reciben, “no cerca de mínimo más“.

Locales que se han quedado pequeños

Estos locales están llenos y se han quedado pequeños en cuestión de horas, sobre todo, porque no ha parado de conseguir cooperación de muchos de los ciudadanos que se solidarizan con las víctimas.

Nadie se queda fuera, hay gentío de toda la ciudad colaborando: “Ayer trajeron mantas, tenían mucho frío y hoy están trayendo ropa“, dicen algunas de las organizadoras.

Hay incluso algunas taxistas que están prestando servicio tan solo para los afectados: “De momento vamos con el taxi llevando lo que haga desidia”.

Se habilitan más locales

Se han competente todavía más locales en los que están “recibiendo material de viandas”, así como de “avituallamiento“, que se han convertido en centros de ayuda.

Adicionalmente, la empresa de supermercados nativa de Valencia, Mercadona, no ha tumbado el suspensión en toda la tenebrosidad prestando servicio para aquellos que necesitaran provisiones.

El avalancha de solidaridad con los afectados por el incendio ocasionado en la ciudad de Valencia es emocionante para muchos: “Tengo ganas de lloriquear todo el día, está siendo una trastorno”, explican.

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