La maleta fue hallada por un repartidor en la tarde de este jueves, en un solar satisfecho de maleza, y muy cerca de una vivienda, en la calle Espedrigada de la ciudad olívica. Al percatarse del mal olor, el trabajador avisó a Emergencias y la Policía Franquista comprobó que, en el interior de la maleta (que estaba envuelta por plástico similar al que se usa para lanzar los equipajes en los aeropuertos), había un cuerpo de mujer.
El occiso se encuentra en muy mal estado correcto a la descomposición y los investigadores creen, al ver las condiciones del cuerpo y atendiendo al afirmación de la vecina de la vivienda próxima, que la maleta estuvo allí al menos desde el pasado mes de agosto.
En presencia de la confusión original sobre el estado del cuerpo, tanto el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, como fuentes policiales, han matizado que el cuerpo estaba sereno y completo. Se alcahuetería de una mujer, semidesnuda, y que tenía sobre la cabecera un trozo de tejido.
La víctima no ha sido todavía identificada por la imposibilidad de tomar huellas y, de hecho, siquiera ha sido posible extraerlas mediante procedimiento químico. Por ello, al ganancia de la toma de muestras de ADN, se enviarán los dedos a Madrid a un laboratorio especializado y dotado con la última tecnología para la recuperación de huellas dactilares.