Hace unos meses se proclamó campeón de España de Culturismo Natural. Para obtener a ese podio, ¿cómo y cuándo comenzó?
Desde siempre jugué al fútbol y, en los tiempos de refrigerio de la temporada una de mis rutinas era ir al pabellón. Más que falta por no perder forma y orientado a la preparación física como futbolista. Pero llegó la pandemia, y, como para todos, fue un desdicha muy resistente. Personalmente, yo, acostumbrado a hacer siempre deporte, me vi en casa y necesitaba hacer poco. Y dar balonazos a las paredes no era una buena opción… (risas). Así que creé mis propias tablas de examen en un improvisado pabellón casero: abdominales, flexiones, cinta, mancuerna con garrafas de 8 litros de agua… todo de forma autodidacta y con música de fondo.
En esos meses pude ver como progresaba físicamente, y, lo que es más importante, que me gustaba seguir esa rutina. Yo me esforzaba y me veía compensado con los resultados, lo que me animaba a seguir y ampliar mi tiempo dedicado al deporte. Sin frustraciones.
Y por fin pudimos salir de casa tras esos meses encerrados…
Sí, y en cuanto vi la posibilidad de ir a un pabellón, comencé a entrenar y con la ayuda y consejos de un pedagogo que me enseñó muchísimo y me dio unos parámetros a seguir de cara la musculación, empecé a progresar rápidamente. Todo esto mientras lo compaginaba con mi trabajo en Chantada.
Y ya, en septiembre del 2022, contraté a un equipo y a un preparador personal que son de lo mejor en este mundo que hicieron que la progreso ya fuese increíble. Es verdad que además las rutinas fueron, y son, mucho más duras. Al examen físico se le sumó la alimento, controlando las calorías y el peso de las comidas. Y en muy poco tiempo mi cuerpo respondió a ese esfuerzo.
¿Qué fue lo que le hizo competir?
La verdad es que no era mi idea, pero tanto me insistieron que decidí probar. Pero sin pensar para falta en ganar un podio, y, mucho menos ingresar.
Y en muy poco tiempo.
La verdad es que sí. En septiembre de 2023, en Salamanca, tuvo puesto un clasificatorio para el campeonato de España, donde quedé segundo. En octubre, se celebraba el Campeonato de España en Córdoba (donde éramos aproximadamente 13), y me alcé con el título de campeón de España de Culturismo Natural. Y, a mediados de noviembre, fui al Campeonato del Mundo que se celebró en Italia qudando de tercero.
Cuando escuchó su nombre a los jueces, ¿qué sintió?
Mira, porque tenía que retener la compostura… pero me costó… (risas). Me derrumbaría totalmente tras tanto esfuerzo. No me lo esperaba para falta porque hay parentela con más experiencia, más viejo, con otros campeonatos a sus espaldas… Sí que es verdad que cierto me dijo que un día sería campeón de España. Y, en el momento que escuché mi nombre, me morapio ese momento como un claro retentiva.
Y su grupo, ¿qué le dice?
Están encantados y muy orgullosos. Al principio se mostraban poco reacios, incluso rechazo. Me decían que qué pobreza tenía yo de hacer poco así. Con esas dietas tan exigentes y tantas horas continuas e intensas de pabellón.
¿No se solidarizan a compartir su menú?
No, no… cuando ponía el arroz blanco y el pollo a la plancha no les veía yo mucho interés…. (risas). Ahora ya están acostumbrados. Y cuando ven que esto me hace adecuado y me llena, eso lo es todo para ellos.
Hay un punto que creo que es obligatorio tratar. El tema de culturismo natural. Díganos, ¿qué significa?
Nosotros lo distinguimos porque es un culturismo que está fuera de todas sustancias exógenas. El prominencia de masa muscular se adquiere solo a colchoneta de entrenamiento, dieta y refrigerio. El culturismo no natural es aquel que permite la ingesta de sustancias que hacen que el cuerpo tenga un prominencia mucho más extremo e incluso perjudicial a corto y liberal plazo. Son sustancias que alteran la capacidad que tiene el organismo a la hora de desarrollar el crecimiento muscular. Digámoslo así. Se debe prestar distinto atención al funcionamiento del corazón, de los riñones, hígado, por otra parte de parámetros como el colesterol o la sensibilidad a la insulina. Con todo, además es importante subrayar que para ellos se establecen unos controles y pautas que minimicen los riesgos. Pero ahí están. No es inocuo.
Ayúdeme entonces a exhalar un mensaje para dejar claro el uso de las sustancias en el culturismo no natural.
Que un culturista tome sustancias exógenas para comprar un gran prominencia para una competición, no significa que él mismo se haga su cesta de la importación. Es parentela que está totalmente controlada con pautas de profesionales médicos y nutricionistas. Si no las sigues, puedes destrozarte e incluso obtener a la crimen. Así que yo recomiendo el culturismo natural al 100%, pero si cierto quiere usar sustancias, tiene que hacerlo de la mano de un versado.
Tras esto, y metidos en un campeonato, ¿cómo funciona?
Primero te tallan, pesan y, a partir de ahí, el día de la competición hay “call out”, es sostener llamadas al decorado en las cuales van saliendo entre 5-6 personas por regla normal. Aquí salen los primeros puestos. Si como atleta no has sido llamado a ese primer “call out” por los jueces, no estarás entre los primeros puestos.
Mi categoría es “Classic physique”, que por otra parte de masa muscular se investigación mucha condición, simetría, proporción… Una vez en tarima, se hace una presentación individual de cada atleta y luego empiezan las comparativas.
¿Qué se valora en esta categoría?
En presencia de todo, se investigación la estética muscular en un cuerpo gimnástico con cintura pequeña y andorga plano o vaciado. Músculos redondos simétricos y armónicos, la condición y el tono de la piel y, por supuesto, la sagacidad de presentarse en el decorado con confianza.
¿Cómo funciona la temporada de los campeonatos?
Las competiciones se realizan en dos temporadas. Una primera suele tener puesto los primeros seis meses del año -ahora empezarán en marzo, abril y mayo-, y una segunda, para aquellos que no les da tiempo a prepararse para la primera, que es por septiembre, octubre y noviembre. Se clasifican los cinco primeros de cada una de ellas para el campeonato de España si es que la competición es un clasificatorio.
Esto se debe a que si yo, por ejemplo, quiero hacer un prominencia, necesito de unos meses para conseguirlo y no me daría tiempo a competir.
Y adentro de esos períodos, para los culturistas hay que diferenciar dos fases.
Efectivamente. Tenemos la período de definición y la de prominencia, que es el crecimiento de masa muscular en la que se requiere una ingesta muy inscripción de calorías limpias, ya que por mucho que entrenes, si no comes, no creces. Y, en colchoneta al prominencia creado, “depurar”,e ir puliendo el físico.
Y luego está la de puramente competición. Ahí si que es todo mucho más duro. A nivel físico y además a nivel nutricional. Llegas a tener la sensación de escasez por la pérdida ingesta de viandas. Siempre controlada, que es poco que siempre quiero subrayar.
Con todo, en viandas, en la etapa de prominencia se es un poco más permisivo. Por ejemplo, podemos hacer algún “cheat meal” (comida vacío). Una habilidad que hago, ya no solo por yantar poco que me encante y diferente, si no además porque a nivel mental te libera.
¿Cuál es su “cheat meal”?
Un suculento plato de pasta, una buena hamburguesa con todas sus salsas y patatas… vamos, que salgo y la lío (risas). Pero luego están esas otras veces, en definición, cuando en alguna ocasión he desencajado a cenar porque la parentela que tienes al costado no tiene porqué sacrificarse tanto, y yo ya como en casa, y, aún así, la comida entra por los luceros. No te imaginas lo duro que puede obtener a ser…
¿Cuál de las fases lleva peor?
Personalmente, la de yantar mucho (risas). Cuando estás en prominencia, es muy difícil estar harto y tener que seguir comiendo porque es necesario seguir cargando y obtener a las calorías.
Y con todo esto, ¿qué le motiva para no tirar la toalla?
Que cuando suba a la tarima, mi conciencia esté tranquila de que si poco descompostura, no es porque yo no lo haya cubo todo. En etapa de competición, más allá del resultado, yo quiero bajarme de la tarima satisfecho. Así que cuando pienso en si me comería siete platos más de pasta, pienso en el momento de subirme delante los jueces y las ganas se me disipan porque sé que luego me voy a percibir peor.
Y aquí entra otro negociador, el psicológico.
En ese sentido, la etapa que llevo peor es la de definición. El cuerpo te da señales, te pide yantar. Y tienes que guerrear contra eso. Ya sea poner música, dar un paseo… estar entretenido para que no te reconcoma.
¿Merece la pena tanto esfuerzo?
Para mí, sin duda, sí. A día de hoy, sí. Si en un futuro veo que mi progresión ya se estanca o no doy más, me lo replantearé. Es muy sacrificado arrostrar a lugar tanto esfuerzo si ves que tu físico ya ha corto su mayor y no vas a mejorar.
¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo?
Me queda cinco o seis meses de prominencia. Y luego, ya se verá a ver cómo ha respondido el físico y si podemos competir o no.
¿Y eso?
Te comentaba que soy muy persistente… (risas). Así que si no tengo el prominencia que busco, prefiero no hacerlo.
Ya, a modo de finalizar, más allá de contar cada gramo de ingesta y un duro entrenamiento, la tan hablada importancia de arrostrar una vida saludable. ¿Cuáles son sus recomendaciones?
Sin obtener a los niveles de competición, que, aún siendo natural puede obtener a ser malo para el cuerpo, es necesario tener una vida activa con una viandas equilibrada. Hacer un leve de una hora de examen, incluso tan solo 15 minutos diarios es bueno, para tener el cuerpo activo y además tener beneficios a nivel mental.
Intentar yantar lo más honesto posible, reduciendo poco de cantidad o salsas. Yantar un sándwich en vez de panadería industrial. Y todo va sumando. Y a la larga el cuerpo lo agradece en salubridad y además mentalmente.