Hace 10 primaveras que Cortegada despide el Entroido en la provincia de Ourense con un gran desfile de comparsas, concurso de disfraces, verbena y la calcinación de O Zamaruco, personaje representativo de esta fiesta en el municipio. En esta ocasión, sin confiscación, no ha sido el colofón de la celebración entroideira, ya que todavía hoy será la Festa da Cachucha en Carballiño, en una vencimiento circunstancial, motivada por la convocatoria de las elecciones autonómicas para el pasado domingo de Piñata.
En torno a una veintena de comparsas se sumaron al desfile que tenía lado en la tarde de ayer por las calles de Cortegada, procedentes de distintos lugares de Ourense y de la provincia de Pontevedra.
En la explanada del pabellón de deportes ya colgaba O Zamaruco, un meco andrajoso que tiene sus orígenes en la dictadura, cuando estaba prohibido el Entroido, y uno de los vecinos disfrazado corría por los campos detrás de quienes estaban trabajando para pegarles con un palo. El meco ardía en torno a la medianoche, si aceptablemente a las 20,00 horas ya tenía lado el concurso de disfraces y comenzaba la diligencia de la comparsa Finisterre. Los asistentes todavía contaron con el servicio de un bar.