“Lo que nos dijo el pequeño es que había bajado a la arena para dar la reverso”, explica Vega todavía incrédulo. “Yo me imagino que él esperaba que la arena fuese compacta, como en las playas del Cantábrico, pero no es así, y cuando metió la furgoneta allí ya no pudo sacarla”. Más aún con la fuerza de las olas, que en un santiamén alcanzaron el transporte e incluso empezaron a moverlo. “Las ruedas estaban muy enterradas”.
Se movilizó al tractor del comunidad
El conductor, un nuevo procedente de Navarra que se encontraba en Lugo por un evento deportivo, llamó al seguro, y una trucha se desplazó hasta el motivo, en la playa de Mourillá, conocida en la zona como la playa de los Botes. Pero cuando llegaron y vieron el panorama poco pudieron hacer por ayudarle.
Finalmente fue necesaria la intervención de la Defensa Civil y del tractor del comunidad para poder sacar el transporte de la arena. “Tenemos un tractor de mano para cuando ocurre alguna incidencia, le llamé y caldo para poder remolcar la furgoneta”, explica el concejal. Cierto es que las incidencias suelen ser otras, como un coche que acaba en una cuneta o atascado en zonas complicadas. “Esto nunca nos había ocurrido, es la primera vez”.
Sancionado por la Defensa Civil
Una vez que consiguieron sacar el transporte de la arena, el nuevo se subió a su furgoneta y pudo emprender el camino de reverso a casa sin problemas. Eso sí, con las multas pertinentes de la Defensa Civil de Tráfico por suceder invadido un espacio que no es para circular. A esto habrá que sumarle las posibles sanciones que conlleve por parte de la Xunta por tratarse de un espacio natural protegido en la Red Naturaleza.
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