El BNG aspira a subirse al “tren de las naciones” después de que el lendakari Iñigo Urkullu haya abierto el “debate” sobre el “modelo territorial de Estado” y el expresidente prófugo de la Generalitat, Carles Puigdemont, haya ido más allá en sus exigencias a Pedro Sánchez para apoyar su investidura a la Presidencia del Gobierno.
“Galicia no puede ser un simple observador, un observador pasivo de los debates de este tiempo, no podemos seguir esperando ni ser espectadores de cómo se discuten y aprueban en Madrid o en Bruselas decisiones que nos afectan”, ha proclamado este miércoles el líder del Block, Ana Pontón, desde Santiago, donde ha encabezado la reunión interparlamentaria de su formación. Los nacionalistas gallegos quieren coger el rebufo del PNV y Junts, pero su problema es que sólo tienen un diputado para forzar las negociaciones con el PSOE que esperan abrir la próxima semana.
“Hay que estar en los debates importantes”, dijo Pontón en ese intento de no quedarse al margen o, en sus propias palabras, de que Galicia “no se baje del tren soberanista” ni se quede “detrás” de los vascos y Catalanes. La portavoz nacional del Bloque tiene claro que la “plurinacionalidad” será “uno de los debates clave de la legislatura”, así como la “prueba de algodón de la valentía y voluntad real del próximo Gobierno”, en alusión a Sánchez.
“Hay condiciones objetivas para poder avanzar”, considera Pontón, en una “línea democratizadora del Estado español”, que para el Bloque pasa por más privilegios en función del reconocimiento de una “realidad”, la de España, que asegura que es “plurinacional, multicultural y multilingüe”. El BNG aspira a tener “más autogobierno” y “capacidad real de decisión” como solución mágica para disfrutar de “más bienestar” y “prosperidad”.
El problema para Pontón es que, de momento, tiene que conformarse con “liderar” la carga soberanista a nivel de discurso, sin capacidad real de ejecución, dada la mayoría absoluta del PP, contra el que ha cargado en su discurso. : «Lamentablemente tenemos un Gobierno gallego cautivo de las directrices de (…) Calle Génova, poniendo por delante los intereses electorales y partidistas del PP». Es «irresponsable», ha dicho, que Alfonso Rueda no asuma la oportunidad de incluir a Galicia en el “debate”.
Hasta que se celebren las elecciones autonómicas, en las que promete “no simplemente sacar al PP del gobierno de la Xunta”, sino convertirse en “presidenta” para “lanzar el mejor gobierno gallego de la historia”, Pontón se contenta con proclamar el ” “Agenda del cambio gallego” y aseguran que trasladarán al PSOE, cuando negocie la investidura, que “con Galicia, todo; sin Galicia, nada”.