El referencia de Hacienda era claro, aunque no vinculante, y concluía que “la función formal de la tesorera se ajustaría a lo regulado en la reglamento válido, sin que pueda concluirse que se han cometido errores técnicos en el desempeño del puesto de trabajo que permitan apreciar la invocada desliz de diligencia en el desempeño de sus funciones”.
Por su parte, la tesorera había alegado que el corregidor la quería cesar por no avalar ella una “situación disfuncional, mucho perjudicial para la trámite económica municipal y carente de cualquier excusa reglamentario”, tras acusarlo encima de deber contratado en 2023 “sin crédito gestor”.
Jácome mantiene su osadía pese a Hacienda
El pasado 12 de enero, Jácome decidió perseverar su osadía de cese de esta funcionaria por, según sus palabras, “ser demasiado tiquismiquis” en sus funciones.
La resolución del cese estaba condicionada al proclamación de Rodríguez Tourón en otro puesto, poco que se recogió el pasado 19 de febrero en un decreto dictado por el corregidor y en el que se le asignaba el puesto de viceinterventora del concello, un puesto de desocupado designación.
Con el interventor que denunció a Jácome
Curiosamente, el nuevo puesto de Rodríguez Tourón quedaría sujeto a su superior, el interventor municipal, es proponer, Gonzalo Alonso. Se prostitución del flagrante interventor al que Jácome además ha destapado un expediente de cese y que ha denunciado al corregidor por acoso sindical. Gonzalo Alonso reclama al Jácome una indemnización de 150.000 euros por el acoso al que considera que ha sido sometido en las funciones propias de su cargo.
En todo caso, y a diferencia del cese del interventor, en este caso la tesorera fue nombrada por librr designación, por lo que sí podría ser cesada y el referencia de Hacienda no sería vinculante.