nunca.
Puede ser por inconvenientes no controlados, por avatares en el proceso o por otras muchas causas. Veamos un ejemplo palmario: la Xunta anunció en el año 2020 la ampliación del polígono industrial de San Cibrao das Viñas y el año pasado incluso llegó a reservar una inversión de cuatro millones de euros.
Estamos en marzo del 2024 y no se ha movido un solo medida cúbico de tierra en el arraigo empresarial más importante de la provincia, en el que al punto que queda suelo apto. Mientras, empresas que ponían el foco en este y en otros polígonos se van
buscando esas facilidades fuera. La nueva plazo para la ampliación es a comienzos del 2026.
La burocracia, una vez más, está acabando con el sentido popular. Infinidad de informes y contrainformes de todo el mundo servirán para el garantismo, pero poco más. En la sociedad digital en la que todo se facilita y donde las barreras se caen para avanzar, la
establecimiento sigue como hace décadas. Solo desliz que pidan las pólizas, se reabran las ventanillas y los funcionarios lleven manguitos.