Alejandro Chicharro desató la catarsis en la grada de Villaseca de la Sagra tras una faena de honor y arrebato, cortándose dos orejas y postulándose como candidato a ganar el certamen. Bruno Aloi dejó gustoso las muletas en el sexto, perdiendo la oreja a espada, mientras Sergio Rodríguez destacó en dos actuaciones valientes con la peor tanda.
Rodríguez recibió con mucho gusto su primer toreo en dos quietos de verónicas y chicuelinas flexionadas. El abulense inició la faena de rodillas, iniciando los primeros minutos de la tarde, para continuar Luchando por la Python adecuada con temple y seguridad. a un novillo que rápidamente se apagó, logrando unas muletas de gran prestigio. Fue ovacionado tras dos jabs y una estocada, tras Juan Carlos Rey por dos grandes pares de banderillas.
Chicharro, con la muleta
Alejandro Chicharro manejó el cabo con soltura ante un novillo que tuvo algo de fuerza pero se distrajo del bordado. Con la muleta, empezó el trabajo con unos excelentes doblones y siguió con un planteamiento inteligente, aprovechando la poca inercia de Baltasar Ibán. Mató con toda una estocada algo adelantada y tuvo fallos con el descabello en varias ocasiones, provocando la caída del novillo, circunstancia que enfrió al público. Recibió una ovación por su trabajo.
Por su parte, Bruno Aloi saludó con mucha solvencia a un novillo que cargó con calidad durante los primeros tercios y se aprovechó con fuerza en el caballo picador. Bruno optó por una salida arriesgada, pasando al novillo a lomos y luchando con valentía por ambas pitones, un animal que iba de más a menos y se volvía protestante. Cerró la lidia con una ronda de rodillazos en la cara del toro y mató con una estocada un tanto trasera. Ovación.
En el segundo, un animal que sufrió desde el principio, Sergio lo manejó con mucho conocimiento e intentó lucirlo sobre el caballo, recibiendo el novillo tres golpes. Ya en la muleta lo intentó con los mansos en un alarde de vergüenza torera, sacándose unas muletas sueltas que fueron ovacionadas por la grada. Recibió otra gran ovación tras el fracaso con los aceros.
con el segundo, Alejandro salió a por todas recibiéndola a portagayola y peleando con cadencia con la capa. Con la muleta, se plantó en los medios por el natural sin pruebas y se entregó en cuerpo y alma con la peligrosa quinta. Quedó pillado de muy mala forma, llegó a perder el conocimiento tras la caída, para rematar arrebatador y rematar la faena con un verdadero disparo. La plaza se convirtió en una nube blanca para darle ambos oídos a un indescriptible Alejandro Chicharro.
Plaza Bruno cerrada, quien Tuvo que enfrentarse a un imponente novillo que peleó con saña en el peto del picador.. En la muleta volvió a torear a un animal con valentía y serenidad que le permitió brillar por ambos pitones en una faena que tuvo mucha estética, justo antes de que terminara de resquebrajarse. Perdió un trofeo potencial al realizar una estocada en caída y fue silenciado.