No se puede atender a todos porque colapsa


El actor Antonio Resines ha hecho un alegato a valía de la sanidad pública. Ha contado cómo fue su periplo en la UCI en la época del coronavirus. “Eso no se me olvidará nunca porque cuando me metieron en la UCI vi el horror”, contaba en su entrevista.

Sus declaraciones reabren el debate de las carencias y fortalezas que tiene la sanidad en España. Recientemente se ha conocido la mensaje de que la Comunidad de Madrid exige 200.000 euros a un extranjero tratado de cáncer en la sanidad pública a pesar de una sentencia en contra. Lo que dice la consejería de Sanidad para no querer abonar este tratamiento, ha añadido Susanna Griso, es que se trataría de un acto de turismo váter. “Lo que dicen ellos es que este zagal habría venido a España para tratarse poliedro que en su país ese tratamiento sería carísimo”, apuntaba la periodista.

“Hay que intentar cobrar estos usos de la Sanidad pública porque son posibles que ponemos todos”

Paloma Zorrilla, abogada, ha abordado el debate sobre el uso de ciudadanos extranjeros de la sanidad pública. Apunta que en este caso el problema no es que el paciente sea extranjero. Una de sus clientas extranjeras fue tratada en el servicio navarro de vitalidad y no le cobraron. Sin confiscación, le atendieron de forma negligente y se interpuso una demanda ya que le diagnosticaron tarde y hubo una pérdida de oportunidad. Entonces, el seguro del servicio navarro de vitalidad le indemnizó con 100.000 euros. “Es evidente que la vitalidad pública no discrimina a los extranjeros. La sanidad es pública y para todos los que contribuyen”, mantiene la letrada.

“Hay que intentar cobrar porque son posibles que ponemos todos y un buen apoderado tiene que preocuparse de que los posibles se distribuyan de forma adecuada”, explica la letrada.

“Si no cobramos la sanidad colapsa”

Cree que la persona que no está cotizando en la Seguridad Social “no tendría derecho a prestación sanitaria y en el caso de que le ocurra poco tendrá que sufragar esa estructura”. Destaca que existen acuerdo con otros países. “Si tengo un desnivel en Francia y me atienden, el Gobierno francés le pedirá al castellano la estructura”, apunta.

“Lo que no se puede es que aquí venga todo el mundo y los atendemos porque sino la sanidad colapsa. Nosotros de nuestros impuestos estamos pagando esa sanidad. Los posibles son limitados, el cuartos no llueve de los árboles”, añade la abogada.

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