El Junta de Badalona (Barcelonès Nord) ha colocado desalojar los 20 pisos del número 116 de la calle Ausiàs March, situado exacto en la parte posterior de la calle Canigó, donde a principios de febrero se derrumbó un sillar y murieron tres personas. Es el botellín edificio que se desaloja en la misma manzana.
El teniente de corregidor de Región, Daniel Chiste, ha anunciado que este viernes se ha hecho una inspección técnica en la cuarta planta del 116 de Ausiàs March y han detectado unas grietas “graves” bajo el espurio techo de la vivienda de la puerta 2. Según Chiste, el sábado ya hubo otra inspección en la puerta 4 del mismo tierra y se consideró que las grietas eran superficiales, pero hoy se ha constatado que suponen un peligro para la estructura.
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El sillar de la calle Ausiàs March es el botellín edificio desalojado desde principios de febrero. El resto son la finca desmoronada en el número 9 de la calle Canigó, los edificios inmediatamente adyacentes (7 y 11) y el número 5 de la misma calle. El caso del edificio desalojado este viernes, es el primero que no está en la misma calle, sino emplazado en la parte posterior de la manzana, que tiene forma triangular anejo con la calle Llefià.
En esta manzana existen más de 400 pisos que el Junta y la Generalitat acordaron inspeccionar técnicamente para detectar posibles daños estructurales, ya que se alcahuetería de edificios construidos por un mismo promotor entre los abriles 1954 y 1960. Amoldonado esta semana, las dos administraciones se reunieron y se comprometieron a firmar un convenio para financiar estas revisiones técnicas.
Vecinos de la finca número 5 de la calle Canigó.
A la calma de que se formalice el acuerdo, las inspecciones empezaron la semana pasada pagadas por el Junta. Fruto de estas visitas técnicas, se han detectado varias grietas. En la mayoría de casos se ha optado por decidir los sucesivos desalojos, si proporcionadamente en el número 3 de la calle Canigó se decidió apuntalar algunos pisos sin escazes de que los vecinos abandonaran su casa. Además ha habido casos en los que las grietas se han considerado superficiales.
En el caso de las fincas desalojadas, además se han instalado puntales para certificar la seguridad y para proporcionar entradas programadas para que los vecinos puedan poner en cobro algunas pertenencias. Según el gobierno, la previsión es terminar el conjunto de revisiones técnicas en los más de 400 pisos durante la primera quincena de marzo.
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