Podría ser ficción, pero ya no lo es. Se negociación de la primera carrera de pilotos reales, con esos trajes especiales con turbopropulsores que les hacen desaparecer.
“Se parece más a una película de superhéroes de Marvel que a cualquier cosa panorámica ayer”, explica Richard Browning, el inventor de los jet suits.
Esta primera carrera se ha disputado en Dubái. Siete pilotos han sido los privilegiados de sufrir encima 1.500 caballos de potencia repartidos en cinco motores.
Rowan Poulter ha sido la pionera entre las féminas: “Soy la única mujer piloto aquí, represento a todas las mujeres. Con suerte se unirán más en el futuro”.
Tras esquivar los obstáculos entre los que tienen que tener lugar, se han permitido alguna que otra pirueta: “Te sientes tan expedito como un pájaro. los ves yendo a donde quieren. Es simplemente increíble”, apunta Issa Khalfon.
A 130 kilómetros por hora, cualquier veredicto supone un buen desgracia. Al final, el anglosajón Issa Khalfon ha recibido la Turbina de Oro como primer campeón de esta carrera digna de superhéroes.
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